Galicia trasladará en tren el 80% de las basuras a la incineradora de Cerceda
Desde que el 20 de enero de 2001 empezara a funcionar la Sociedade Galega do Medio Ambiente (Sogama), sólo las 600 toneladas diarias de residuos orgánicos y de envases ligeros que producen los vigueses llegan por tren a esta planta de Cerceda, a 30 kilómetros de Santiago de Compostela. Sogama está participada en un 51% por la Xunta de Galicia, y el resto, por Unión Fenosa.
Centralizar el tratamiento de los residuos domésticos (excepto vidrio y papel) en Sogama es, para la Xunta, la solución para conseguir erradicar completamente los vertederos para 2006. Pero ello supone optimizar el transporte de los residuos hasta Sogama desde los 176 municipios que se han adherido a esta sociedad, pues la elevada dispersión de los núcleos de población en Galicia (315 en total) implica el riesgo de aumentar la contaminación si todo el transporte se realiza por carretera. Por eso, se creó una red de 15 plantas de transferencia, en donde los camiones vierten la basura en contenedores con la idea de transportarlos en tren a Sogama.
Para conseguir su objetivo de recibir por tren el 80% de los residuos, el presidente de esta sociedad, Jaime Bermúdez Alvite, asegura que están 'ultimando' la ampliación de su convenio con Renfe para que, además de Vigo, lleguen por esta vía a sus instalaciones los de las capitales de provincia Ourense y Lugo, así como las de Ribadumia (Pontevedra) y los lucenses de Monforte de Lemos, Chantada y Sarria. Bermúdez espera incorporar este servicio al menos en alguno de ellos 'antes de finales de año'. Fruto de la incineración de los residuos que no se pueden reciclar, Sogama produce 515 millones de kilovatios al año, que vierte a la red eléctrica para abastecer a más de 100.000 hogares. Pero Manuel Menéndez Prieto, consejero delegado de Sogama, asegura que los ingresos por venta de electricidad 'no cubren' los costes de explotación, por valor de 60 millones de euros. En Sogama se han invertido 264 millones, con una ayuda de fondos comunitarios de 72,12 millones. La planta ha creado 375 empleos directos.
Problemas en la planta de tratamiento de A Coruña
Albada, la empresa que gestiona la planta de tratamiento de residuos de Nostián (A Coruña), que sirve a la capital coruñesa y a los ocho municipios de su mancomunidad desde octubre de 2000, ha decidido duplicar los sistemas de control que supervisan el funcionamiento de los biodigestores de la planta, donde se fermentan los residuos orgánicos para producir compost. Este compuesto sirve de abono en agricultura.
Esta medida de precaución se debe al accidente ocurrido el pasado 7 de junio en las instalaciones de biometanización de la planta, donde el fallo en uno de los sistemas de seguridad de uno de los digestores, unido a un error humano en la preparación del residuo, provocó una presión en la vasija superior a la que podía soportar y el vertido de 300 toneladas de material de desecho en fermentación, junto con el biogás. Esta explicación se conoció el pasado viernes, según un informe al Ayuntamiento de A Coruña.
Albada es la unión temporal de empresas formada por Técnicas Medioambientales (Tecmed), filial del grupo ACS, y Babcock Kommunal para construir y gestionar una planta de tratamiento de basuras en el emplazamiento del vertedero de Bens, que se derrumbó en 1996. El Ayuntamiento de A Coruña desistió de adherirse a Sogama, la propuesta de la Xunta, porque descarta la incineración de residuos. La actuación, en la que se invirtieron 46,9 millones de euros, le valió a la ciudad el premio de Naciones Unidas en diciembre de 2001.