El consumo español mantiene su moderación
La imagen que se obtiene de la evolución reciente de los indicadores del consumo privado no es muy clara, pues no se mueven en el mismo sentido, pero de ninguno de ellos se obtienen señales claras, ni de recuperación ni de deterioro.
De esta forma, las disponibilidades de bienes de consumo del mes de junio, último dato disponible, aumentaron un 4,3% en tasa interanual. El indicador acumula durante los seis primeros meses del año un crecimiento del 2,2%, y si analizamos su tendencia, se está produciendo una leve aceleración en los últimos meses. Para el conjunto del año en curso esperamos un crecimiento de esta variable del 2%.
Por otro lado, en julio la confianza de los consumidores ha repetido el nivel de meses anteriores, pero la tendencia del indicador de confianza general continúa manteniendo un decrecimiento estable. Además, la valoración de la situación de la economía de los hogares y de la situación económica del país sigue empeorando (esta última alcanza niveles de 1996). Sin embargo, la cartera de pedidos interiores de bienes de consumo (que sería la visión de los empresarios de la demanda de bienes de consumo) empeora levemente con respecto al mes anterior, pero mantiene una tendencia creciente y de leve aceleración.
Durante el mes de agosto, las matriculaciones de vehículos volvieron a disminuir, como viene siendo habitual últimamente, esta vez un 10,4%. El indicador acumula en lo que va de año una caída del 9%. La tendencia muestra un perfil de decrecimiento sostenido a lo largo de todo el año 2002. Esperamos que el indicador se recupere muy levemente a finales del ejercicio y termine cayendo un 8% en el conjunto del año.
Por último, las ventas al por menor se comportaron mejor de lo previsto creciendo durante el mes de julio un 3,9% respecto del mismo mes del año anterior. Después de la breve pausa de junio, cuando cayó un 0,4%, el indicador acumula en los siete primeros meses del año un crecimiento del 2,4%.
Todo, pues, indica la persistencia de un crecimiento moderado del gasto de los consumidores. La evolución de la renta salarial, aunque no se ha desacelerado tanto como parecía a principios de año, tampoco va a contribuir a que se produzca una fuerte recuperación de este importante componente de la demanda final.
Continúa la incertidumbre empresarial en Alemania
El IFO alemán ha vuelto a reducir su nivel en septiembre, por cuarto mes consecutivo. La cuantía de la reducción, sin embargo, ha sido menor que la registrada en julio y agosto. Entre sus componentes, el peor comportamiento lo ha registrado la partida de expectativas de negocio para los próximos meses. Mientras, el empresario alemán mejora ligeramente su percepción sobre la actual situación económica, que mejora 0,2 puntos respecto a agosto. La situación ha empeorado en ambas zonas geográfica (Alemania del Este y del Oeste) aunque el mayor descenso relativo se observó en la Alemania oriental. Las débiles tasas de crecimiento de la demanda interna alemana y el deterioro de la situación internacional perjudican el ánimo de los empresarios germanos, que reflejan su incertidumbre en el índice publicado. El ajustado resultado de las elecciones alemanas dificultará la adopción de medidas estructurales relevantes, lo que afectará negativamente a las expectativas. Al igual que lo hace la incertidumbre sobre un posible conflicto armado en Irak.