La inflación encarece 2.310 millones el coste de las pensiones
La inflación interanual del mes de noviembre será del 4,1%, según el cálculo realizado por el Instituto Flores de Lemus. De cumplirse esta previsión, la revalorización de las pensiones conforme al desvío de la inflación de noviembre -que es el mes que fija la ley para dicha operación- le va a costar al Gobierno alrededor de 2.310 millones de euros.
La secretaría de Estado de la Seguridad Social ha calculado que deberá abonar, a los casi ocho millones de pensionistas, 55 millones de euros por cada décima del dato del IPC de noviembre que quede por encima del 2% previsto por el Gobierno para todo el año.
Así, finalmente, el IPC interanual de noviembre queda fijado en el 4,1% (en agosto pasado fue del 3,6%), tal y como asegura el instituto citado, el desvío de la inflación de noviembre sobre la prevista por el Gobierno ascenderá a 21 décimas. Esto elevará el coste de la revalorización de las pensiones a 1.155 millones de euros.
Pero esta actualización de las cuantías de las prestaciones para que los pensionistas no pierdan poder adquisitivo deberá consolidarse en sus nóminas a partir del 1 de enero de 2003, por lo que el Gobierno deberá contar con idéntica cantidad (1.155 millones de euros) para dicha consolidación.
Por todo ello, la revalorización, primero, y su consolidación en nómina, después, elevarán el coste total del desvío de la inflación en el pago de pensiones a los 2.310 millones de euros mencionados.
Una paga en enero
Los pensionistas recibirán en enero, mediante una paga única, la cantidad correspondiente a la compensación por el desvío del IPC y se abonará con cargo a los Presupuestos de 2002. Esta paga quedará consolidada para siempre en la nómina de los pensionistas.
No obstante, fuentes cercanas al Gobierno calculaban en agosto pasado que la inflación del mes de noviembre quedaría por debajo del 4%. En concreto, entre el 3,8% y el 3,9%, lo que fijaría el coste del desvío de la inflación en una cantidad algo inferior, que oscilaría entre 1.980 y 2.090 millones de euros.
En cualquiera de los casos, la cantidad que tendrá que abonar el Gobierno por el repunte inflacionista supone casi el triple de lo que le costó este desvío en 2001, cuando pagó unos 691,16 millones de euros.