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La enoteca

Abrir la botella

Abrir una botella de vino entraña más complejidad de la que podría parecer en un primer momento. En primer lugar, dependiendo del tipo de vino y corcho, deberemos elegir el sacacorchos adecuado. Son muchos los tipos y modelos pero hay dos características comunes que deben respetarse: que el tamaño del espiral que penetra en el corcho sea suficiente para facilitar la tarea y que sus brazos permitan una acción fácil sin esfuerzo.

Elegir el sacacorchos. Si antepone la comodidad a la estética, evite los sacacorchos de tracción manual o los de láminas, de gran belleza pero difíciles de manejar. Los sacacorchos de láminas sólo deben emplearse para vinos muy viejos, cuyo corcho esté deteriorado, pero cuidado, pues su manejo requiere algo de práctica.

Los pasos. Antes de extraer el corcho es necesario retirar la cápsula, que se debe hacer limpiamente, bien con un cuchillo pequeño o navaja, bien con un cortacápsulas.

Posteriormente, limpie la boca de la botella con un paño. Introduzca la espiral en el centro del corcho evitando traspasarlo por completo, lo que depositaría virutas de corcho en el vino. Sujete firmemente la botella y extraiga el corcho suavemente.

Si el corcho se parte, introduzca de nuevo el espirar de manera transversal en la otra mitad y vuelva a tirar.

Cava y champán. Abrir una botella de cava y champán tiene sus normas, utilicemos o no un sacacorchos específico para facilitar la tarea.

Ante todo hay que enfriar la botella, procurando no moverla demasiado para evitar que aumente la presión del gas. La temperatura adecuada de servicio está entre 6º C y 9º C. Es más aconsejable no enfriarla durante largo tiempo en el frigorífico y sacarla antes para introducirla en una cubitera adecuada con hielo y agua. Nunca debemos recurrir al congelador.

Una vez que el vino esté a la temperatura perfecta de consumo, se saca de la cubitera con la ayuda de un paño, se seca y se quita la cápsula que cubre el cuello limpiamente.

Para retirar el morrión es importante sujetar con el pulgar el corcho, evitando una salida inadecuada. Si opta por abrirlo sin sacacorchos es importante que sujete firmemente el corcho con una mano, mientras con la otra gira suavemente la botella, que debe estar algo inclinada. Con el pulgar ayude al corcho a salir suavemente, intentando que la apertura sea como un suspiro.

Si se vale de un sacacorchos especial o de unas tenazas, la operación es mucho más sencilla, pero la apertura debe ser igualmente suave, ayudándose siempre de los dedos para evitar que el corcho salga despedido.

No olvide tener copas a mano por si el vino se derrama. En caso de que el corcho se rompa, perfórelo antes de abrirlo para que escape un poco de gas.

Oporto. Para los grandes oportos la apertura se convierte en un verdadero ritual, degollando el cuello de la botella con unas tenazas incandescentes.

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