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La enoteca

Viñedos para el futuro

Dentro del paisaje más horizontal de España, entre tierras rojizas y cerros desolados, se halla Valdepeñas, una de las regiones vitivinícolas de mayor futuro

Llevan siglos elaborando vino en torno al modesto río Jabalón. Sus 30.000 hectáreas de viñedo lo confirman. Con unas condiciones orográficas y climáticas excepcionales para el cultivo de la vid, Valdepeñas comienza a arrancar en una etapa plena de desarrollo, de calidad y de apuesta.

No se sabe con certeza cuál fue el origen de esta ciudad ni de su viñedo. Los expertos encuentran una tenue relación con la Acinippe romana, lugar de paso entre meseta y tierras del Mediterráneo y Andalucía. El propio nombre de esta ciudad ya evocaba el vino, porque acinus significa en latín grano de uva. Sea o no ese su pasado, la historia confirma a lo largo de los siguientes siglos la relevancia vinícola de la zona. De hecho, parece que el cultivo no se suspendió ni con la dominación musulmana. Con la reconquista los repobladores de esta zona fueron los monjes templarios, que trajeron de Borgoña plantas de vid. El ascenso del vino de Valdepeñas realiza un camino imparable, animado por la capitalidad de Madrid. Hasta el siglo XIX encontramos definiciones de sus tintos como vinos espesos, alcohólicos, elaborados en tinajas de barro. El siglo XIX y la filoxera marcan un cambio en su viñedo, dejando de lado su variedad cencibel para reforzar el cultivo con la rentable airén. Así nacen esos falsos tintos producidos por la mezcla de los mostos de airén y cencibel que tanto daño han hecho a la imagen de la zona. En el momento de su creación, estos aloques causaron sensación en las tabernas madrileñas, especialmente por sus bajos precios. A principios del siglo XX los vinos de Valdepeñas se exportaban a Rusia, Filipinas y Cuba y se fundaba una de las primeras estaciones enológicas de España. Poco a poco las tinajas de barro fueron sustituidas por depósitos de hormigón y luego por los modernos de acero inoxidable. Las bodegas, las más grandes, se convirtieron en verdaderas factorías del vino y se reforzó la imagen de vino popular.

Los nuevos tiempos y la llamada del vino de calidad han tardado en despertar en Valdepeñas. Es un verdadero círculo difícil de superar: el vino se vende a bajo precio, lo que imposibilita al bodeguero realizar fuertes inversiones y elaborar con calidad, lo que no permite vender a un precio más elevado. Aun así son cada día más los grupos vinícolas que apuestan por el potencial de este viñedo, situado a una altitud próxima a los 750 metros, con un clima extremo -máximas de 40º C y mínimas de 10º C bajo cero- y unas tierras pobres en materia orgánica. En la denominación se cultivan principalmente dos variedades, cencibel -la tempranillo manchega- y airén, una blanca que ocupa todavía la mayoría del viñedo. Los nuevos bodegueros se esfuerzan por encontrar nuevas líneas de producción, nuevas técnicas que les acercan a otras denominaciones más prestigiosas. Sus inversiones han dotado a los elaboradores de buenos parques de barricas que permiten las largas crianzas en roble.

Sus vinos blancos se caracterizan por su ligereza en boca, escaso grado alcohólico y moderada acidez. Son vinos sencillos todavía comercializados a precios mínimos. En los tintos, Valdepeñas ha apostado por su variedad autóctona, la cencibel, que evoluciona favorablemente durante su crianza en barricas y botella, adquiriendo sutileza de aromas y una expresión tánica muy agradable. Sus bodegas han disminuido en cantidad, pero han aumentado en calidad. Las supervivientes de la caída en picado del consumo del vino de tasca han salido del percance con nuevos objetivos cumplidos. Entre ellas, la gran Félix Solís o la popular Los Llanos. A su lado, otras que han reinventado la zona, como Bodegas y Bebidas, Bodegas Real o Bodegas Arúspide.

Palacio de Ibor Tinto Reserva 1996

Palacio de Ibor Reserva 1996 está elaborado por Bodegas Real, situada en el pintoresco paraje del Campo de Montiel. La bodega ha sido concebida a modo de château en una finca de 350 hectáreas. El vino presenta un atractivo color rojo cereza guinda con ribete teja. Elegantes notas de reducción dejan paso a notas de cuero y cáscara de bergamota, más tarde surgen recuerdos especiados y tostados sobre un sutil fondo de frutos rojos. En boca se muestra redondo, sabroso y con un gran equilibrio. La cencibel y el roble en perfecto equilibrio. Un vino que podrá maridar con carnes asadas al estilo castellano, cordero y cochinillo asado.Bodega: Bodegas Real. Zona productora: DO Valdepeñas. Crianza: 12 meses en barrica de roble francés Allier y americano. Variedades: tempranillo. Cosecha: 1996 -muy buena-. Temperatura de servicio: 18º C. Precio aproximado en bodega: 9,14 euros.

Ágora Genuino Tinto Crianza 1999

Bodegas Arúspide se funda en 1999 por 18 socios amantes del buen vino. Para llevar a cabo este proyecto adquieren unas antiguas instalaciones -que reforman por completo- así como un viñedo propio de 70 hectáreas. Entre sus elaboraciones, vinos de maceración carbónica y tradicionales como este Crianza 1999 envejecido durante casi un año en roble. Color rojo picota de capa media-alta con ribete ligeramente morado. Aromas de muy buena intensidad con predominio de frutos rojos sobre un fondo láctico y recuerdos de cacao y vainilla. En boca es seco, equilibrado y con buena acidez. Acompañará arroces y pastas como el arroz con conejo o los fideos a la cazuela.Bodega: Arúspide. Zona productora: DO Valdepeñas. Crianza: 10 meses en barrica de roble francés y americano. Variedades: tempranillo. Cosecha: 1999 -buena-. Temperatura de servicio: 17º C. Precio aproximado en bodega: 6,60 euros.

Casa de la Viña Tinto Reserva 1998

Con el respaldo del gran grupo del sector Bodegas y Bebidas, esta coqueta bodega, construida en una antigua granja, dispone de 250 hectáreas de viñedo propio. Su Reserva del 98 ofrece un color cereza con ribete granate. En nariz, aromas intensos con notas elegantes de fruta madura bien integradas con maderas de buena calidad, recuerdos de regaliz, vainilla y un sutil tono de hierbabuena. En boca presenta una estructura de cuerpo medio con buen desarrollo de los taninos, una acidez muy bien integrada y fondos especiados. Acompañará platos típicos manchegos, como las migas o los pasteles de setas y los buñuelos de bacalao.Bodega: Casa de la Viña. Zona productora: DO Valdepeñas. Crianza: 12 meses en barrica de roble americano. Variedades: tempranillo. Cosecha: 1998 -muy buena-. Temperatura de servicio: 16-17º C. Precio aproximado en bodega: 33,52 euros.

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