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Ahorro

Uno-e eleva la puja por el interés de las cuentas

Tras subir la rentabilidad de su cuenta al 6%, la entidad desplaza a ING y Patagon en la batalla por ofrecer la mayor remuneración por el ahorro

Cuando las últimas ofertas para conseguir altas rentabilidades por el ahorro están dando sus últimos coletazos, Uno-e ha vuelto a romper los esquemas de los que se empeñan en cuadrar las cuentas de resultados de los bancos virtuales. Apenas 15 días después de que terminara el plazo para contratar el último depósito de alta remuneración al 7%, Uno-e, el banco de Internet de BBVA y Terra, ha movido ficha y ha elevado las rentabilidades de sus cuentas hasta situar en el 6% TAE la remuneración de su Cuenta Ahorro (desde el 4% anterior) y en el 3% el tipo de interés de la cuenta corriente (desde el 1%). Una rentabilidad no vista desde que Evolvebank, el banco por Internet de Lloyds Bank en España, rebajara el interés de su cuenta hasta el 3% en abril de 2001.

Toda una apuesta teniendo en cuenta que la ofensiva supone remunerar 2,75 puntos más el ahorro que el precio del dinero, actualmente en el 3,25%, y dos puntos por encima de las cuentas de entidades como Patagon, ING o Cortal. No sólo eso. La entidad se ha comprometido a mantener la rentabilidad del 6% hasta el 28 de febrero de 2003, con lo que supone exponerse a nuevas bajadas en el precio del dinero de la zona euro, como muchos anticipan. Además, el hecho de que no exista límite de aportación, como hasta ahora establecían muchos depósitos de alto interés, hace del producto la cuenta más atractiva del mercado. No en vano, y como ventajas añadidas, al igual que las cuentas de Patagon e ING, no tienen comisiones ni gastos de mantenimiento y ambas cuentas ofrecen liquidez desde el primer céntimo de euro. El pago de intereses es mensual con una retención del 18%.

A cambio y para conseguir este interés, Uno-e sólo exige la domiciliación de una nómina o pensión superior a los 750 euros. Una condición que para el director comercial de la entidad, Carlos Lancha, responde a la voluntad del banco de fidelizar a sus clientes. 'Tratamos de vincular a los clientes con Uno-e y creemos que la nómina es lo que más une al banco', explica. En caso de no cumplir este requisito, el interés será del 4% en la cuenta ahorro y del 1% en la corriente.

Para los responsables de Uno-e, la ofensiva no se enmarca dentro de una nueva batalla del pasivo en España y que ha mantenido a la greña a Patagon e ING en su intento de ofrecer la remuneración más atractiva del ahorro. 'Nosotros no hemos entrado nunca en esta guerra'. 'Nunca hemos lanzado un producto en el que puntualmente y por un periodo de tiempo hayamos ofrecido una rentabilidad determinada para luego retirarlo del mercado', señala en referencia a los recientes lanzamientos de depósitos de ING y Patagon a un mes y una semana, respectivamente, al 7%. 'Nuestro objetivo es ser competitivos en todos los productos y servicios, ya que aspiramos a poder convertirnos en el único banco de nuestros clientes y satisfacer todas sus necesidades financieras ofreciéndoles hipotecas, créditos, compraventa de valores en mercados internacionales, etcétera...', señala Lancha.

Ante la posibilidad de que el precio del dinero en la zona euro se abarate, Lancha es tajante: 'Si hubiera una bajada drástica de los tipos de interés, reduciríamos la rentabilidad de otros productos, pero no la de las cuentas, ya que nos hemos comprometido a mantenerla hasta febrero de 2003'.

Todo un riesgo para sus principales competidores, ING y Patagon, que, por el momento, no parecen dispuestos a seguir sus pasos. Desde Patagon aseguran que no van a poner en cuestión los beneficios logrados en agosto por primera vez en siete años. 'Nuestra filosofía es asentar los productos que tenemos y ofrecer una rentabilidad al 6% sin límite de importe no cuadra con nuestras cuentas', donde en estos momentos prefieren inclinarse por los productos de pasivo y los fondos de inversión. En ING, donde tampoco prevén una contraofensiva a corto plazo, sostienen que su estrategia actual pasa por centrarse en los productos de interés fiscal como cuentas vivienda y planes de pensiones.

Uno-e fue la primera entidad en retirarse de la guerra del pasivo en la que se embarcaron también Patagon e ING a finales de 2000, cuando situaron el interés de sus cuentas en el 5% y Evolvebank aterrizó en España con un depósito al 6%. Supercuentas que emulaban a las de los años ochenta y que pusieron contra las cuerdas los balances de estas entidades. No en vano, y con las primeras bajadas de los tipos, todas se vieron obligadas a claudicar y reducir el interés. Ahora, con la subida de la rentabilidad de sus dos cuentas, Uno-e se erige en ganador de una batalla en la que todo vale y cualquier arma es buena para ganar cuota de mercado.

A su favor tiene, además, el mal comportamiento de la Bolsa y los negativos resultados de los fondos de inversión que están provocando que los inversores busquen rentabilidades más seguras. En los últimos meses, los lanzamientos de depósitos mixtos, que combinan una rentabilidad segura con cierta exposición a la Bolsa, se han multiplicado de la misma forma que lo han hecho los depósitos de interés creciente, donde la remuneración va aumentando a medida que vencen determinados plazos, pero no es menos cierto que la rentabilidad más segura está en las imposiciones a plazo fijo.

Desde el punto de vista fiscal, sin embargo, conviene estudiar otras opciones, sobre todo, si se trata de inversiones a largo plazo y de rentas altas. En este caso, las mayores ventajas fiscales pueden obtenerse con los fondos de inversión y los depósitos a plazo, más con la entrada en vigor de la nueva Ley del IRPF. La reforma, pendiente de aprobación, contempla una rebaja del 18% al 15% por la tributación de los fondos a partir de un año (además de eliminar la tributación por el cambio de fondo de una entidad a otra). En los depósitos a plazo, los rendimientos generados a partir de dos años tendrán una reducción del 40% sobre el total de la base imponible, frente al 30% actual, mientras que a partir de los cinco años la reducción sería del 70%.

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