Solans deplora el nacionalismo que limita las fusiones
La integración y consolidación del sistema financiero europeo exige más cooperación entre las autoridades reguladoras y los órganos supervisores nacionales de banca, según Eugenio Domingo Solans, miembro del comité ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE). En una intervención ante la Asociación de Representantes de Bancos Extranjeros en Francfort, deploró ayer que las autoridades de algunos países europeos antepongan los intereses nacionales en fusiones y adquisiciones internas frente a las transfronterizas 'por razones nacionalistas'.
Agregó que el número limitado de operaciones transfronterizas en Europa no es sólo debido a la falta de armonización legal, sino a las rigideces de los mercados laborales y al exceso de normas administrativas. Estas trabas reducen las posibilidades de reorganizar los bancos y hacerlos más rentables e introducir las medidas necesarias destinadas a recortar costes con el fin de explotar plenamente las economías de escala resultantes de acuerdos transfronterizos.
Control de riesgos
Solans subrayó que la integración financiera proporciona a los bancos más posibilidades de controlar los riesgos, pero advirtió que también ha elevado el riesgo de contagio. Para Solans, está claro que las autoridades competentes de la supervisión bancaria son las nacionales, según el principio subsidiario, y por ello ellas deben decidir las cuestiones de supervisión y tener en cuenta sus circunstancias peculiares y sus tradiciones locales. También consideró crucial que el BCE y los bancos centrales nacionales, incluso aquellos que no están encargados de la vigilancia nacional, participen desde el ángulo europeo en la supervisión bancaria.
Solans destacó que la introducción del euro y los cambios institucionales y funcionales que conllevó han proporcionado y facilitado una solución apropiada que supone una mayor participación de los bancos del Eurosistema en las responsabilidades de regulación y supervisión.