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Política exterior

Aznar acusa a Irak de amparar el terror y apoya la firmeza de EE UU

Delante de varios centenares de empresarios y financieros convocados en un encuentro organizado por Abc y Deloitte & Touche, el presidente transmitió un mensaje de confianza en la recuperación de la economía española durante el año que viene. Pero, por encima de todo, aprovechó para exponer las posibles consecuencias de la amenaza terrorista, en un análisis somero que le condujo desde la defensa de la Ley de Partidos orientada a la ilegalización de Batasuna hasta el respaldo expreso a una posible intervención militar de Estados Unidos en Irak para combatir a un régimen, el de Sadam Husein, al que acusó de amparar el terror y de promover la tiranía y la miseria.

El presidente estableció un claro paralelismo entre el sufrimiento que el terrorismo de ETA ha causado en España y la necesidad imperiosa de respaldar y comprender al presidente estadounidense, George Bush, en su actitud de firmeza y su decisión de combatir al régimen iraquí.

Aznar desveló que Bush le había comunicado con antelación el discurso que pronunció ayer ante la ONU e incluso llegó a utilizar algunos de sus argumentos para justificar una acción bélica en Irak. Entre ellos citó el hecho de que Husein haya incumplido 16 resoluciones de la ONU, 'haya dado cobijo a terroristas y se provea de armas de destrucción masiva'.

Sin mandato de la ONU

El presidente no desea que 'haya dudas' sobre la posición española en el conflicto y dejó claro que su apoyo a la intervención militar no se frenaría ni siquiera en el supuesto de que se produjera sin un mandato expreso de Naciones Unidas.

No obstante, advirtió que el Gobierno español trabaja para conseguir 'un amplio consenso internacional', pues cree en la conveniencia 'de la persuasión por vías diplomáticas'. 'No podemos quedarnos pasivamente esperando al día que decida utilizar un arma de destrucción masiva, porque entonces será tarde', afirmó.

Aznar hizo también un breve repaso de la coyuntura económica, en el que expresó su convicción de que la recuperación llegará el año que viene con tasas de crecimiento del 3%, siempre que se estabilice el precio del petróleo. Para 2002 mantuvo una previsión superior al 2%. En su opinión, no va a aumentar el diferencial de inflación con la UE y si los indicadores evolucionan como espera, España alcanzará en 2004 cerca del 90% de la renta media comunitaria.

Los próximos Presupuestos generales del Estado, agregó Aznar, priorizarán la creación de empleo, la reducción de impuestos y la modernización de las infraestructuras, así como la lucha contra la inseguridad ciudadana, aspecto este último que se ha convertido en clave dentro de la política del Gobierno.

Aznar también descalificó de un plumazo la alternativa del PSOE a la reforma del desempleo y sus propuestas de gasto, que cuantificó en más de 15.000 millones de euros.

La divina providencia

Por último, se permitió algunas bromas sobre su futura sucesión en el cartel electoral del PP. Al igual que nadie duda ya de que las próximas elecciones generales serán en marzo de 2004, mantuvo, tampoco debe pensarse en la posibilidad de que modifique la fecha prevista, otoño de 2003, para designar al sucesor, 'salvo que la divina providencia me llame'.

El presidente presentará en octubre la fundación que él mismo presidirá y en la que espera mantenerse cuando haya abandonado la presidencia del PP y del Gobierno.

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