La tentación de una Bolsa con precios a la baja

El giro de las políticas de inversión desde la seguridad al riesgo espera su oportunidad

La actitud de los inversores en los fondos de inversión desde hace ya unos cuantos meses es marcadamente defensiva. Es decir, los inversores huyen de la renta variable y apuestan por la renta fija. Reducen riesgo y apuestan por seguridad y liquidez. La ausencia de previsiones creíbles ha causado desconcierto y frustraciones en un colectivo muy castigado por las pérdidas y en el que las volatilidades han alcanzado niveles desconocidos.

La cuestión está en saber cuándo llegará el momento propicio para dar el cambio, para apostar por las inversiones bursátiles y abandonar los reductos de la renta fija, en los que se adivinan, de cara a los próximos meses, los problemas que ya se habían vaticinado para este año pero que al final han ido demorándose. Es decir, subidas de tipos de interés y entrada en pérdida de la renta fija. El retraso en la recuperación de las economías occidentales ha provocado un notable desplazamiento en el tiempo de estas políticas, aplazadas ahora hasta final de este año o principios del próximo. Todo el calendario del ciclo económico parece haberse retrasado en al menos seis meses.

La reacción de la renta variable ha sufrido el mismo retraso en su propio calendario, a pesar de que los resultados de las empresas están mostrando ya una clara recuperación (en especial en el segundo trimestre) y los indicadores económicos son cada vez menos frágiles. El riesgo de conflictos internacionales es el que ahora mismo planea sobre los mercados, lo que ha paralizado muchas decisiones de inversión.