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Traslados

Las empresas mantienen sus planes para destinar ejecutivos al extranjero

Pese a la difícil situación económica internacional, el número de empresas españolas que tiene previsto aumentar su plantilla de expatriados para el próximo año continúa siendo bastante elevado. En concreto, el 46% de las compañías españolas enviará a nuevos empleados al extranjero durante el próximo ejercicio, con el objetivo de iniciar o de potenciar su expansión internacional. Los datos se incluyen en un estudio sobre prácticas y retribución de los empleados expatriados, elaborado por la consultora Mercer Human Resource Consulting.

Tan sólo el 15% de las empresas tiene previsto reducir su cifra de expatriados en 2003. El motivo que alegan las compañías es que debido a la crisis económica han tenido que echar el freno a su expansión internacional. Como alternativa a la expatriación, aquellas empresas que han decidido mantener sus negocios en otros países están apostando en su mayoría por la contratación local, algo que genera menos gastos.

Por otro lado, el 39% de las empresas mantendrá su número actual de empleados en el extranjero, debido en la mayor parte de los casos a la inestabilidad de los mercados latinoamericanos y a la necesidad de implicarse en mayor medida en el negocio nacional.

La mayoría de ellas reconoce que su actividad en materia de expatriación para el próximo ejercicio se limitará a sustituir por nuevos trabajadores a los que, después de varios años en el extranjero, pasen a ser empleados locales. Uno de los principales objetivos que se plantea una empresa al diseñar su política de expatriación es que sus empleados mantengan su poder adquisitivo. La mayoría opta por subirles el sueldo, incluso cuando el coste de la vida del país de acogida es menor que el del país de origen, y por concederles primas de expatriación para compensar el traslado.

El 60% de las compañías asume la totalidad de los costes de la nueva residencia, mientras que el 40% restante se limita a abonar la diferencia entre los gastos que el empleado soportaba por este concepto en el país de origen y los que debería asumir en el de destino. El 80% de las empresas va más allá y asume los gastos de la mudanza, mientras que el 30% no tiene inconveniente en costear la enseñanza de los hijos hasta que entran en la Universidad.

Casi todo son facilidades a la hora de trasladar a un empleado a otro país. La mitad de las empresas apunta a sus trabajadores a cursos para dominar el idioma del nuevo país. También es habitual que la empresa costee una media de dos desplazamientos al año del empleado y su familia a su ciudad de origen. De este complemento se beneficia el 74% de los directivos, el 79% de los mandos intermedios y el 58% de los profesionales y técnicos.

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