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Bolsa

Mejor el pez pequeño

Por primera vez las empresas cotizadas han registrado pérdidas. Han sido 367 millones de euros en un primer semestre marcado por los números rojos de Telefónica y la mayor estabilidad en las cuentas de los valores de mediana capitalización

La crisis económica ha llegado a las cuentas de las compañías cotizadas españolas, que por primera vez entran en números rojos. Lo ha hecho de manera espectacular, dejando a las empresas cotizadas con unas pérdidas de 367 millones de euros, cuando hace un año las compañías del continuo ganaban 10.345 millones. Las pérdidas extraordinarias de Telefónica, provocadas por las inversiones en UMTS, han sido las principales responsables. Pero aun sin este efecto el beneficio de las empresas cotizadas habría caído -un 8,8%-, reflejando el peor semestre de los últimos años. Un total de 48 empresas sobre 128 ha empeorado su resultado, y 19 están en pérdidas.

La crisis ha castigado con más dureza a los grandes valores que a los pequeños. Los valores que no son del Ibex 35 presentan un crecimiento total de los beneficios del 3,1% en el semestre. Escaso, pero muy superior a los números rojos que presentan los miembros del índice o al 14% que cayó el beneficio del Ibex sin tener en cuenta las pérdidas extraordinarias de Telefónica.

En total, el grupo de telecomunicaciones ha perdido 10.127 millones de euros después de haber amortizado las inversiones en telefonía móvil de tercera generación. Han sido 4.800 millones en Telefónica y otros tantos en Móviles. Pero el grupo, que en otros años ha sido el principal motor de aumento de los beneficios, habría perdido dinero en cualquier caso.

El grupo Telefónica ha perdido en total 10.127 millones de euros después de haber amortizado las inversiones en telefonía móvil de tercera generación

Tanto en el Ibex como en el resto del mercado, alrededor de una tercera parte de los valores está peor que el año pasado. Pero en el Ibex 35 los valores están más castigados, principalmente porque sufren en mayor medida que el resto del mercado los dos azotes de este año 2002: Latinoamérica y los problemas de las telecomunicaciones.

Además de Telefónica, que ha entrado en números rojos con o sin amortizaciones, pesa mucho la caída de beneficios de los dos grandes bancos, Santander y BBVA, ambos castigados por América Latina y, en el caso del BBVA, por su participada Telefónica. Repsol y Endesa han esquivado la caída del beneficio vendiendo activos de forma masiva. Los cinco grandes, que suman un peso del 60% en el Ibex, han pasado un semestre de vacas flacas. Los problemas se han reflejado en las cuentas a golpe de amortización. Las compañías se han visto obligadas a dotar provisiones por impagados o por las minusvalías generadas por la depreciación de las divisas en las que cobran las filiales latinoamericanas. También en Argentina se ha notado el fuerte estancamiento económico, que hace que las filiales en este país sean meras consumidoras de recursos.

Entre los pequeños también ha habido, por supuesto, problemas. Numerosos valores han bajado el beneficio o entrado en pérdidas. La mayor parte de ellos están enmarcados en el sector industrial, que comprende la maquinaria, metal, materiales de construcción y compañías de papel, madera y químicas.

Las empresas que más dinero han perdido, más allá del grupo Telefónica, que tiene a tres de cuatro valores en números rojos, han sido Jazztel (66 millones de euros), Avánzit (55 millones), Sogecable (14), Enaco (11), Tecnocom y Mecalux (9 millones cada una), Parques Reunidos, Paternina, Dogi, Sniace y Fastibex. Aceralia ha presentado unas pérdidas de 43 millones de euros, pero sus resultados son de carácter extraordinario. La empresa ha amortizado 89 millones de euros por la participación de la empresa en Arbed, empresa con la que se ha fusionado para crear Arcelor. El año pasado a estas alturas había ganado 151 millones. Contrasta este comportamiento con el buen trimestre registrado por la otra gran acería española, Acerinox. Ha aumentado beneficios en un 122%, presentando unas cuentas que están entre las mejores del continuo. Pero ha sido una de las pocas empresas de su sector que ha registrado aumento de beneficio. El sector de bienes de inversión ha sido, aparte del de comunicaciones, el más castigado por la crisis. 18 valores han empeorado resultados, y sólo 10 han mejorado. Así, el sector ha presentado un descenso del 37% en el beneficio, con Gamesa y Acerinox como únicos valores que mejoran sustancialmente.

Problemas en la nueva economía

Donde la crisis ha hecho más sangre ha sido en el sector más vinculado a la nueva economía, denominado comunicaciones y servicios de información. Las pérdidas han ascendido a 10.122 millones de euros. Sin las amortizaciones de Telefónica el sector de tecnología, medios y telecomunicaciones habría perdido 322 millones. El año pasado a estas alturas las mismas compañías ganaban 1.255. Los cuatro valores del subsector telecos, Telefónica, Móviles, Avánzit y Jazztel, pierden dinero. En electrónica el estrechamiento de las pérdidas de Terra y la mejora de Amper e Indra permiten reducir los números rojos del sector. En medios de comunicación mejora el resultado para todas las empresas, excepto para Sogecable, que entra en pérdidas. Llama la atención que el sector comunicaciones e información, supuestamente de crecimiento, haya visto estancados sus ingresos.

Otro sector en el que los beneficios han caído ha sido el financiero, con un 4,9%. Dentro de la banca, América Latina ha castigado a los dos grandes con retrocesos del 13,4% en Santander y del 8,9% en BBVA, lo que ha dejado el balance de este subsector en un descenso del 6,2%. La banca mediana, es decir el resto, ha presentado un crecimiento del resultado total del 8,8%. Bankinter y Popular han superado la barrera del 10%. Las aseguradoras han incrementado beneficios en un 10,1%, y las empresas de cartera han aumentado plusvalías en un 21,7% gracias a Alba y, en menor medida, Dinamia, pues Tecnocom (encuadrada en este sector por lo variado de sus actividades) y Fastibex viven tiempos extremadamente complicados.

El resto de sectores del continuo ha crecido. El de construcción, que es el mejor del continuo, aumenta el resultado en un 40,8%, pero gracias fundamentalmente a los extraordinarios de Ferrovial, sin los que las ganancias habrían sido más escasas, pues FCC y Dragados empeoran cuentas.

Los bienes de consumo registran un sano crecimiento del 13,7%, empañado porque ocho empresas empeoran resultado. Energía crece el 15,7% porque Repsol y Endesa compensan las provisiones con extraordinarios y por la venta de CLH. El sector denominado servicios de mercado ha aumentado sus resultados un 40% gracias al tirón inmobiliario, donde los beneficios han aumentado un 80%. Paralelamente, los valores relacionados con el turismo han notado la flojera de Sol Meliá, y las empresas de transporte, la fuerte mejora de Iberia.

Rebaja paulatina de las previsiones

Los analistas han tenido tiempo de rebajar las previsiones sobre la Bolsa española, porque los problemas que atenazan al mercado llevan tiempo barruntándose. En cualquier caso, las recomendaciones que van saliendo en los últimos meses, y muy especialmente en los pocos días de septiembre que llevamos, suelen ser rebaja de las previsiones de ganancias. La banca de inversión está acomodando paulatinamente las previsiones a un nuevo escenario que se ha resistido en aparecer. Por este motivo la relación entre precio y beneficio está en cotas bajas, pero no tan bajas como podría indicar la gravedad de las caídas registradas. Ejemplos de recortes sobran. Como la revisión a la baja del sector bancario por parte de Lehman, comunicada el pasado martes. O los recortes sucesivos de recomendación sobre Sol Meliá. Lamentablemente, el mercado suele ir por delante de los analistas, y los inversores ya habían descontado las malas noticias que la gran banca incluye ahora en sus informes de estrategia. La paulatina rebaja de previsiones deja para el conjunto del año unas expectativas de crecimiento del beneficio que rondarán el 5%. Habrá que estar pendiente, en cualquier caso, del efecto del endurecimiento normativo sobre las cifras de resultados. Comoquiera que el regulador controlará más las cifras pro forma, y que los analistas construyen sus previsiones a partir de éstas, si las empresas se vuelven escrupulosas habrá sorpresas negativas.

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