El Ibex limita su caída semanal al 2,7% gracias al empleo en EE UU
Superada, de momento, la época de la enronitis, ahora son los datos macroeconómicos sobre EE UU los que monopolizan la atención del mercado. De una manera obsesiva, se quejan los expertos. Durante esta semana el índice ISM de actividad manufacturera dejó el Ibex a un paso del mínimo, y ayer el dato de desempleo arregló parte del daño hecho. Bajó el paro en EE UU de forma inesperada y desató las compras tanto en Wall Street como en Europa.
Así, el Ibex ganó un 2,98%. Un avance que solamente sirvió al índice para maquillar la semana, que se cierra con una caída del 2,7%, una de las mayores de los últimos meses. Sobre el máximo de finales de agosto, la caída alcanza el 6,6%, en un mercado dominado, de nuevo, por el desánimo. De hecho, el volumen de negocio se quedó en 827 millones de dólares, una cifra digna de vacaciones.
Otro tema que ha venido a complicar el entorno bursátil es el creciente belicismo de la administración estadounidense. El último ataque aéreo hace verosímil una nueva guerra en el Golfo en los próximos meses. Es, cuando menos, un gran factor de incertidumbre por la importancia de la zona y por el entorno geopolítico actual.
Explica, también, la aversión al riesgo de inversores y analistas. Y amenaza de forma significativa la recuperación económica por el fuerte alza en el precio del crudo, que ronda los 29 dólares por barril de brent.
Pero ayer pesaron más el paro e Intel. La rebaja de previsiones de la compañía de semiconductores fue, a juzgar por la reacción del mercado, inferior a lo que los operadores esperaban. Por la mañana ayudó a mantener los mercados europeos en terreno positivo y por la tarde, ya con el empuje del dato de paro, llevó al Nasdaq a subir un 4% tras la apertura. Pero los expertos no se engañan. El péndulo va hacia abajo. El renovado interés por la macroeconomía sólo refleja que las previsiones de crecimiento retroceden. Los inversores cada día son más asustadizos, entre escándalos, guerras y, también, miedo a atentados un año después del 11-S. El dólar baja, los bonos suben y la Bolsa, claro, cae.
Tan complicada situación ha pesado más en Europa que en Estados Unidos, pues el Euro Stoxx se ha dejado un 3,36% esta semana, frente al 2,6% del Dow y el 2,7% del Ibex. En la Bolsa española, por una vez, los grandes valores no han sido los más inestables. A la cabeza del Ibex estuvo un puñado de valores defensivos como Altadis o Acesa, además de ACS y Dragados, de quienes se espera fusión. A la cola, una mezcla de vieja y nueva economía.
Entre los grandes, la banca ha acusado más la presión vendedora, con Santander y BBVA cayendo más del 4,5%, frente a los moderados descensos de Telefónica, Repsol y Endesa. La teleco y la petrolera destacaron ayer, con subidas del 3,99% y el 5,75%, respectivamente. La primera agradeció, además del remonte del Nasdaq, el respiro de France Télécom y Deutsche Telekom, entre las mejores del Euro Stoxx. La segunda, como otras de su sector, se movió al alza de la mano del brent, que en la sesión subió un 4,19%.