La Eurocámara se niega a admitir la venta a pérdida
El Parlamento Europeo limó ayer un poco más la ambición liberalizadora del reglamento sobre promociones comerciales elaborado por la Comisión Europea. El pleno parlamentario aprobó el texto, pero se negó a admitir la venta de productos por debajo de su coste como una práctica válida en toda la UE.
La Eurocámara aboga, en cambio, por mantener el statu quo y dejar libertad a los Estados miembros para tolerar o no esa modalidad comercial que, según Bruselas, permite a los comerciantes una gestión más ágil del inventario, pero que, según el Parlamento, puede conducir a abusos de los grandes distribuidores frente al pequeño comercio.
No obstante, deja la puerta abierta para que a los dos años de la entrada en vigor del reglamento, la Comisión elabore un estudio con el que avalar la autorización en todos los países de la venta a pérdida. En la actualidad, sólo seis países de la UE permiten este tipo de venta, expresamente prohibida en España, Alemania, Austria, Bélgica, Francia, Italia, Grecia, Irlanda y Portugal. La oficina europea de Organizaciones de Consumidores pedía esta misma semana que el proyecto se rechazara íntegramente 'porque sólo contribuirá a abolir las normas nacionales de protección de los consumidores'.
Los europarlamentarios no han ido tan lejos, pero han limitado el alcance de la drástica reforma propuesta por el comisario de Mercado Interior, Frits Bolkestein. El comisario propugna la armonización de las normas nacionales sobre promociones comerciales (descuentos, regalos, concursos...) como medio para potenciar el comercio transfronterizo y reforzar la transparencia de las ofertas de los operadores. El desarrollo del comercio electrónico y, sobre todo, el euro exigen este cambio, según la Comisión. El planteamiento elegido por Bruselas es el reconocimiento en toda la UE de las prácticas comerciales autorizadas en un determinado Estado, lo que permitiría a los grandes operadores diseñar sus campañas promocionales a escala europea. Entre las medidas más radicales de Bolkestein figuraba la autorización de la venta a pérdida y la eliminación de los periodos estrictos de rebajas. El Parlamento rechazó ayer ambas.