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Coyuntura

Alemania justificará el exceso de déficit por las inundaciones

Aunque todas las instancias participantes en la reunión informal (la presidencia del Consejo, los Estados miembros y la Comisión Europea) insisten en que la flexibilización del Pacto de Estabilidad y Crecimiento no figura oficialmente en la agenda del Eurogrupo, nadie duda de que el texto firmado en 1997 será el telón de fondo de todo el debate presupuestario. 'En el horario se han reservado 50 minutos para ese tema, así que de algo se tendrá que hablar', ironizan fuentes de la organización de un encuentro que presidirá por primera vez el ministro griego, Nikolaos Christodoulakis, dado que la presidencia actual de la UE, Dinamarca, no pertenece a la zona euro.

Alemania es el país que más riesgo corre de superar el 3% de déficit público permitido por el Pacto de Estabilidad después de que Portugal reconociera en julio que su déficit en 2001 se disparó hasta el 4,1%. A Berlín, sin embargo, le cabe la posibilidad, como último recurso, de achacar el previsible deslizamiento de las cuentas públicas durante este año a las riadas acontecidas durante el mes de agosto, cuyo impacto presupuestario está aún por calibrar.

El Pacto de Estabilidad permite superar el 3% siempre que sea de modo 'excepcional y temporal'. El artículo 2 del reglamento de 1997 sobre aplicación del procedimiento de déficit excesivo reserva esa calificación para cualquier 'circunstancia inusual sobre la cual no tenga ningún control el Estado miembro afectado y que incida de manera significativa en la situación financiera de las Administraciones públicas'.

Esta misma semana, el presidente del Grupo Socialista Europeo, Enrique Barón Crespo, admitía ante el pleno del Parlamento Europeo la posibilidad de discutir la aplicación del pacto en los países afectados por las riadas, pero descarta una flexibilización generalizada.

Fuentes comunitarias consideran improbable que el ministro alemán de Finanzas, Hans Eichel, invoque ese artículo, 'porque sentaría un precedente al que otros podrían intentar aferrarse en el futuro'. La definición resulta tan vaga que podría abarcar desde el inesperado agujero contable con el que se encontró al acceder al cargo el nuevo primer ministro portugués, José Manuel Duaro Barroso, hasta los ajustes contables que la Oficina Comunitaria de Estadísticas, Eurostat, está imponiendo con carácter retroactivo, y que han empeorado seis décimas las cuentas públicas de Italia, hasta elevar al 2,2% su déficit en 2001.

Diversas fuentes no descartan que la propia Comisión Europea haya intentado disuadir a Alemania para que no abra esa caja de pandora, después de que el canciller alemán Gerhard Schröder afirmara el 15 de agosto, en el peor momento del desastre, que el objetivo de déficit fijado por los socios comunitarios 'no me interesa ahora en absoluto'.

Tres días después, el presidente del Ejecutivo, Romano Prodi, se reunió con el canciller y y ofreció cientos de millones de euros de ayuda procedentes del Presupuesto comunitario. Aunque el grueso de las ayudas llegaría en 2003, la oferta comunitaria puede dejar mayor margen de maniobra al Gobierno alemán que, además, ha pospuesto su rebaja fiscal. El ministro de Finanzas, Hans Eichel, admite ya, no obstante, que su objetivo del 2,5% de déficit para este año no se cumplirá, aunque asegura que la cifra final se mantendrá por debajo del nivel permitido por el Pacto de Estabilidad.

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