La Ertzaintza desaloja a la fuerza las sedes de Batasuna en el País Vasco
La policía autonómica vasca accedió en la tarde de ayer a las sedes de Batasuna en Bilbao, San Sebastián y Vitoria y procedió a su clausura. Para ello, los efectivos policiales tuvieron que recurrir a la fuerza, protagonizando tensos incidentes y enfrentamientos con simpatizantes de la coalición aberzale que ocupaban el interior de estos locales.
De esta forma, la Ertzaintza cumplía un nuevo auto del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, en el que ordenaba a las fuerzas de seguridad la entrada inmediata en las sedes de Batasuna y el desalojo de quienes dificultaran la acción policial.
La actuación de la Ertzaintza se produjo horas después de que la Policía Nacional y la Guardia Civil precintaran varias sedes de esta formación política en Pamplona y otras localidades de la Comunidad Foral de Navarra como Estella, Tafalla, Viana, Alsasua, Leiza, Elizondo o Tudela.
La resolución de Garzón recordaba que la orden judicial dictada el lunes y en la que se suspendían por tres años las actividades de Batasuna era 'ejecutiva y debe llevarse a cabo en los términos que marca la misma', y añadía que las Fuerzas de Seguridad deberían proceder 'a adoptar las medidas necesarias para que se haga efectiva (...), incluido el desalojo del lugar correspondiente (...) y de las personas que estuvieren en su interior y que dificulten la práctica de la diligencia de clausura y precinto'.
Poco antes de conocerse este nuevo auto, el portavoz del Gobierno vasco, Josu Jon Imaz, señalaba que en Euskadi aún no se había ejecutado la resolución en la que se decretó la suspensión por falta de los 'recursos materiales y humanos necesarios para llevarlo a cabo'.
En la sede de Bilbao, la Ertzaintza tardó 45 minutos en echar abajo la puerta blindada. Dentro se encontraban el coordinador general de Batasuna, Joseba Permach, y el portavoz de esta formación, Arnaldo Otegi, quien aseguró que la formación aberzale 'va a seguir funcionando' bajo otras siglas. En Vitoria y San Sebastián, los efectivos policiales también fueron recibidos con gritos e insultos y se vieron obligados a forcejear con los simpatizantes de Batasuna para proceder al desalojo de las sedes. Hubo más cargas policiales en otras partes de estas ciudades ante los altercados de los simpatizantes batasunos.
ETA reaccionó a la suspensión con un atentado con bomba fallido contra un juzgado en Tolosa, cerca de San Sebastián. El artefacto, con 10 kilos de explosivos, pudo ser desactivado mediante una detonación controlada.