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Proyectos

BBVA apuesta por compras que no impliquen más riesgo

El consejero delegado del BBVA, José Ignacio Goirigolzarri, aseguró ayer que el grupo 'sigue apostando por el crecimiento no orgánico, siempre que éste combine adecuadamente los niveles de rentabilidad y riesgo'. 'BBVA puede afrontar, en el momento adecuado, una estrategia de crecimiento no orgánico porque cuenta con la credibilidad del mercado, por la fortaleza de su modelo de negocio, por su capacidad de integración operativa y porque tiene una organización enfocada a la implementación', subrayó.

Goirigolzarri destacó el esfuerzo inversor realizado durante los últimos siete años en Latinoamérica y concluyó que la 'franquicia en la región está prácticamente completada'.

El responsable del grupo, que participó en la Escuela de Economía de la empresa Herbert A. Simon en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), aseguró que el banco está 'muy contento con su posición' en Latinoamérica, aunque no descartó que haya movimientos en los próximos meses en algún país de la zona.

Asimismo, subrayó que la estrategia del banco 'es muy distinta' en cada uno de estos países y la decisión de aplicar medidas de 'expansión' o 'contractivas' depende del momento económico que se atraviese en el lugar y de las perspectivas de crecimiento que se perciban.

En este sentido, resaltó que uno de los lugares con mayor 'atractivo' en estos momentos es México, en la medida en que 'es una palanca muy relevante para definir las estrategias en Estados Unidos' a la hora de crecer en este último mercado a medio plazo.

Además, recordó la buena posición de la que parte el BBVA en México al haber consolidado Bancomer, que después de transcurridos dos años desde la fusión, ha duplicado su valor alcanzando a finales de julio 7.625 millones de euros.

Con respecto a las posibilidades de crecimiento en la Unión Europea consideró que la 'concentración' de la banca 'será una realidad, pero no a corto plazo', ya que, en su opinión, 'aún se está muy lejos del proceso de consolidación europea', principalmente por la falta de homogeneidad en este mercado.

Otras de las dificultades son, según José Ignacio Goirigolzarri, los factores culturales y políticos, así como los 'riesgos de implementación' que suponen los procesos de fusión y concentración.

Para ilustrar estas afirmaciones recordó que las cinco primeras entidades bancarias europeas concentraban en 1999 un 20% del mercado de Europa, frente al 27% de las estadounidenses.

Además, en 1995 las europeas acaparaban sólo un 17% del mercado de su entorno, y las de Estados Unidos, un 11% del mercado norteamericano, lo que indica también que el crecimiento de la concentración es más lento en Europa. Del mismo modo, resaltó que el sector de la banca está más atrasado en la concentración que otros sectores y se refirió a las posibilidades de crecimiento de la entidad en otros lugares, como Marruecos.

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