EE UU prima a la UE en la lista de productos exentos de arancel al acero
La oficina del representante comercial de EE UU, Robert Zoellick, anunció ayer el nuevo listado de productos exentos de los aranceles al acero, con que EE UU grava desde el pasado 20 de marzo su importación. Se trata de 178 nuevos productos excluidos de la aplicación de tasas que oscilan entre el 8% y el 30% y es la mayor desde que Washington comenzó en junio a anunciar exclusiones, que totalizarán 727 productos siderúrgicos para este año.
La Administración que dirige George Bush espera con ello que tanto la Unión Europea como Japón desistan de la adopción de represalias contra otros productos estadounidenses por los daños que, a su juicio, han supuesto la aplicación de estos aranceles. Al menos, hasta que la Organización Mundial del Comercio (OMC) dictamine si los aranceles aplicados por EE UU son conformes o no a la legalidad internacional.
De hecho, en el séptimo y último listado, que incluye tipos de aceros inoxidables, alambres, tubos y aceros enrollados al frío, entre otros, se beneficia especialmente a los exportadores europeos, según fuentes del departamento, que pidieron el anonimato. Estas mismas fuentes señalaron que, por ejemplo, se ha incluido la solicitud de la automovilística alemana DaimlerChrysler de excluir de los productos gravados el acero resistente a la corrosión. DaimlerChrysler tiene una planta en Francfort y otra en Chicago y la sanción a estos productos dificultaba su producción en territorio americano.
En julio, la UE aplazó hasta finales de septiembre la decisión sobre la aplicación de represalias por importe de 309 millones de euros. También lo hizo Japón, aunque las represalias anunciadas ascendían a 5,15 millones de euros cuando EE UU excluyó algunos de sus productos.
Bruselas declinó valorar ayer el alcance de las medidas estadounidenses hasta conocer con exactitud el contenido del listado.
Aunque el departamento no facilitó ayer las toneladas que se ven afectadas por las nuevas exclusiones, los listados aprobados hasta ahora suponían eximir de tarifas a alrededor de un millón de toneladas del total de 13,1 millones afectados por los aranceles, es decir, el 7,6% de los mismos.
Nuevos frentes
Pero los problemas de la Administración Bush con el acero no terminan aquí. Bush ha recibido fuertes presiones internas tanto de los consumidores, que han visto como los precios de los productos derivados del acero han experimentado una fuerte subida, como de los propios productores, que consideran que la amplia lista de productos excluidos de los aranceles invalidan los mismos.
De hecho, la Comisión de Comercio Internacional estudiará el próximo martes la aplicación de tarifas adicionales antidumping a las importaciones de acero enrollado en frío procedentes de cinco países. De aprobarlo, el Gobierno tendría vía libre para aplicar tarifas de entre el 3,15% y el 153,15% a las importaciones de ese tipo de acero procedentes de Australia, India, Japón, Suecia y Tailandia y la posible ampliación hasta 20 del número de países afectados.
La Comisión dictaminó el pasado otoño que la industria siderúrgica se estaba viendo afectada por las importaciones de acero y recomendó la imposición de aranceles hasta del 45% para los mismos, aunque Bush lo redujo posteriormente al 30%.
En esta ocasión, el representante comercial ha solicitado a la Comisión que retrase su votación hasta mediados de octubre. Para entonces, el Gobierno tendrá la primera evaluación del impacto de los aranceles al acero sobre la industria y la UE ya habrá tomado una decisión sobre las represalias.