Duhalde sale en defensa de las medidas bancarias que rechaza el FMI
El presidente argentino, Eduardo Duhalde, salió en defensa de la ley, cuestionada por el Fondo Monetario Internacional, que obligaría a los bancos extranjeros a cubrir los depósitos de sus filiales. Duhalde respondió a las críticas del FMI que se trata de 'medidas transitorias que no vulneran la seguridad jurídica del país'.
Duhalde justificó la ley bancaria en la 'necesidad de proteger a los sectores más débiles y conservar las fuentes de trabajo'. En declaraciones a Radio Nacional recogidas ayer por el diario Clarín, el mandatario reiteró que Argentina 'está saliendo sola del pozo', por lo que el Gobierno espera 'con menos ansiedad' firmar el acuerdo con el Fondo Monetario.
La misión del FMI encabezada por el indio Anoop Singh se había opuesto a la ley bancaria porque afectaría a la seguridad jurídica de los bancos y frenaría la posibilidad de nuevas inversiones. La norma tendría efecto , entre otros, sobre el SCH y el BBVA, que quedarían obligados a inyectar fondos en sus filiales argentinas para hacer frente a sus pasivos.
La ley, aprobada por el Senado el pasado jueves, paraliza hasta noviembre las ejecuciones judiciales de inmuebles por impagos de hipotecas y hasta octubre la aplicación de un polémico coeficiente para atenuar el impacto de devaluación en el cálculo de las deudas.
Frente al pesimismo de los negociadores, Duhalde hizo un discurso optimista en el que dijo que 'hay signos evidentes de que la recuperación económica se está reafirmando', pero aclaró que esos avances no se notarán hasta que 'el crédito comience a fluir'. 'Esperamos con tranquilidad un acuerdo ventajoso con el Fondo porque eso naturalmente nos va a ayudar. Nadie puede ignorar que cuando a uno lo ayudan es más fácil superar los problemas', señaló Duhalde.
El diálogo, bloqueado
Pese a estos augurios del presidente, las negociaciones con ese organismo multilateral pueden sufrir nuevas dilaciones, según el diario La Nación, que cita fuentes del Ministerio de Economía.
Argentina negoció, en un primer tramo, el desbloqueo de 9.000 millones de dólares comprometidos el año pasado por el FMI, pero luego desistió de recibir fondos y ahora pretende un plazo de gracia hasta finales del 2003 de los próximos pagos a ese organismo multilateral y a los bancos Mundial (BM) e Interamericano de Desarrollo (BID). Argentina tiene que afrontar el pago de vencimientos hasta diciembre con estos organismos por 4.828 millones de dólares, más 730 millones de intereses.