Euroquímica fabricará en Brasil con un socio local
Euroquímica prevé iniciar su aventura de producción internacional en Brasil, con la formación de una empresa mixta con un socio local, que abrirá su factoría de pinturas para revestimientos a la nueva sociedad. La compañía catalana aportará sus conocimientos en el sector de pinturas industriales. El director gerente, Ramón Poll, afirmó que estudia proyectos similares en dos países de Centroamérica.
Euroquímica, con factorías en las localidades barcelonesas de Dosrius y Cardedeu, tiene una cuota de mercado en España del 60% en pinturas de resistencia ignífuga e ininflamables. Esta posición de liderazgo ha sido una de las razones por las que ha emprendido un plan de crecimiento en el extranjero, que contempla pasar de unas exportaciones del 12% sobre ventas al 30% en dos años.
'Queremos seguir creciendo en España porque el mercado aumenta y tenemos otras líneas de productos, pero queda claro que existen muchas oportunidades en el extranjero', aseguró Poll. En Europa, la compañía cuenta desde 1997 con una filial distribuidora en Francia (que prevé duplicar su negocio a corto plazo, según Poll) y espera aumentar su presencia en la Europa central, con algún tipo de acuerdo comercial en Austria. 'Contamos con un representante en Polonia, pero queremos aumentar nuestra presencia en estos mercados emergentes porque nuestros clientes del sector de plásticos así lo exigen', remarcó Poll. La empresa descarta fabricar en estos países.
Precisamente, las pinturas para revestimientos de plásticos (para el sector del automóvil, electrónica de consumo y electrodomésticos) es la gama con mayor potencial de crecimiento. La compañía adquirió al grupo portugués CIN la filial Pinturas Lobo, que desarrolla estos productos. Además, Euroquímica fabrica productos anticorrosivos para suelos industriales y otros para tanques de almacenamiento para alimentación (aceite, cerveza).
Los trabajadores son los únicos propietarios
Joan Bufí y Joan Planas fundaron Euroquímica en abril de 1962. La empresa se especializó rápidamente en la producción de pinturas de alta tecnología. Ya en su primer año de actividad introdujo la primera pintura anticorrosiva (sin minio de plomo) y en 1982, la antirradiactiva. En 1987, los fundadores transfirieron las acciones a los trabajadores, convirtiéndose en sociedad laboral. 'Muchas empresas nos llamaban por si teníamos problemas, cuando fue la voluntad de los propietarios', argumentó Poll.
Actualmente, el capital se reparte entre 89 socios, aunque la plantilla alcanza las 130 personas. La filosofía es que a mayor grado de responsabilidad en la toma de decisiones, mayor número de acciones. El 40% de los beneficios se reparte entre los socios, reinvirtiéndose el resto. Precisamente, ésta es una de las claves del éxito, para Ramón Poll. 'Esta industria necesita una inversión constante. Nosotros hemos conseguido una independencia tecnológica. Todos los desarrollos de pinturas son propios'. Poll se mostró especialmente orgulloso de mantener el pulso a las multinacionales que dominan el sector. 'Incluso nos permitimos el lujo de adquirir Pinturas Lobo a los portugueses de CIN'.