El conflicto vasco incomoda a las empresas del sector
El negocio de la protección personal, que descansa en buena medida en el servicio de escoltas, fue atractivo para las empresas de seguridad hasta que se encendieron todas las alarmas rojas en el País Vasco y llegaron las presiones de la Administración central y autonómica para que las compañías del sector asumieran responsabilidades que, en realidad, no les corresponde.
'Nos encontramos incómodos en este terreno con disfunciones que no nos gustan', admite José Luis Fresno, de Prosegur. Cuando esta compañía comenzó hace cinco años a ofrecer este tipo de servicios la mayoría de los clientes que lo demandaban eran altos ejecutivos de banca extranjera sensibilizados con el aumento de la delincuencia callejera. Otros lo exigían sencillamente porque iba en el mismo paquete que el coche, la casa o el sueldo. La escolta era un signo más de distinción.
Con el tiempo, las tres principales empresas que operan en España, Prosegur, Securitas y Eulen, fueron perfeccionando su oferta, hasta conseguir prestar al cliente un servicio de seguridad integral.
De esta forma, los expertos cubren desde la vigilancia y la contravigilancia personal de quien se pueda sentir amenazado hasta el blindaje de su coche y su vivienda con todos los últimos adelantos que ofrece la tecnología punta.
Aumenta la tensión
No obstante, a la seguridad privada no le conviene, en ningún caso, aparecer asimilada a la seguridad pública. Algo que sí ha comenzado a darse en el País Vasco en el momento en que ha arreciado la ofensiva de ETA y los dos Gobiernos, el central y el vasco, han caído en la cuenta de que las Fuerzas de Seguridad no dan de sí para proteger a todos los cargos amenazados.
La tensión entre los escoltas es alta, enfrentados a sus empresas por las difíciles condiciones en las que tienen que desempeñar un trabajo para el que muchos no están preparados. Sucesos fortuitos han ayudado a aumentar el enfrentamiento, como la muerte en un tiroteo con la Guardia Civil de un escolta privado que protegía el pasado mes de abril en San Sebastián a una edil socialista.
Las empresas que cubren este tipo de servicios se encuentran en negociaciones con la Administración vasca para mejorar la eficacia del trabajo de los escoltas en Euskadi.
La consultoría de seguridad es una de las líneas de negocio con más futuro en empresas como, por ejemplo, Eulen. A través de su gabinete de estudios, los expertos de esta compañía cubren un amplio abanico de prestaciones que abarcan desde la seguridad física hasta la seguridad industrial, pasando por el análisis de riesgos, los planes de emergencia, la seguridad medioambiental y los planes de autoprotección.