La producción industrial alemana vuelve a crecer después de cuatro meses
La producción industrial de Alemania creció en junio por primera vez en cuatro meses y lo hizo más de lo previsto por los expertos. Sin embargo, la tasa interanual aún refleja un declive del 2,5%. Además, la suma de mayo y junio arroja un balance negativo del 0,9% respecto al conjunto de marzo y abril.
Según informó ayer el Ministerio de Economía alemán, la producción de las firmas industriales aumentó un 1,7% en junio, frente al 1,5%-1,6% previsto por los expertos. El dato supone, además, una clara mejora respecto a mayo, cuando el indicador cayó un 1,6% debido a los 10 días de huelgas convocados por los sindicatos industriales, que afectaron a las principales compañías del país.
Las movilizaciones sindicales vividas en mayo también explican el aumento de la producción en junio. El propio Ministerio de Finanzas reconoce en un comunicado que las compañías aceleraron en junio el ritmo de trabajo para poder compensar las pérdidas ocasionadas por las huelgas.
La producción industrial, excluidas las energía y la construcción, aumentó un 1,9% comparada con el mes de mayo, cuando cayó un 1,7%. Otros indicadores publicados por el Ministerio de Finanzas reflejan que aún hay desigualdades en el país, ya que en la antigua Alemania Occidental la producción industrial aumentó un 1,8%, mientras que en Alemania del Este la subida fue del 1,2%.
Pero las previsiones siguen siendo bastante pesimistas. Los pedidos a fábrica cayeron en junio debido, sobre todo, al descenso de la demanda internacional. El gigante europeo tiene una gran dependencia del mercado estadounidense, que compra el 10% de las exportaciones alemanas. La falta de aliento de EE UU complica la reactivación de Alemania.
Desde el lado doméstico no se puede esperar un gran estímulo, el desempleo subió en julio al nivel más alto en tres años, superando de nuevo la barrera de los cuatro millones de parados.
'Tenemos que pelear por las órdenes de compra', explicaba Wolfgang Dondorf, director ejecutivo de Pfeiffer Vacuum, una empresa dedicada a la fabricación de semi-conductores y accesorios de televisión. 'El gasto de los consumidores es muy débil. El sentimiento está caracterizado por la preocupación de la gente a perder su trabajo'.
Los problemas de los empresarios contagian a los inversores bursátiles, que optan por abandonar posiciones. Así el selectivo alemán Dax ha perdido un 30% de su valor en lo que va de año, complicando aún más las expectativas de futuro de las empresas y de la economía.