Revista de Prensa
Confianza en el futuro de Uruguay
La sombra de los acontecimientos argentinos se proyecta sobre nosotros y nos llena de temor. Pero la gran diferencia que nos separa de la tragedia que se vive en la vecina orilla -y la gran ventaja que tenemos sobre ella- es que lo que nos puede suceder ya sucedió allende el Plata, es decir, podemos valernos de la lección que se deriva de esa experiencia dolorosa para no incurrir en las causas que la generaron.
Y esa experiencia revela que el descalabro argentino ocurrió debido, fundamentalmente -sin desestimar los factores políticos- a la conducta delictiva de varios agentes financieros y, como inevitable consecuencia de la misma, a la lógica desconfianza hacia el sistema bancario que invadió a toda la población.
¿Daremos los pasos necesarios para no asomarnos a un precipicio similar? Todo indica que la respuesta es afirmativa (...). La crisis es seria pero la voluntad nacional para superarla demostrará que Uruguay está a la altura del buen concepto que el mundo desarrollado tiene de él.
La culpa en Argentina no es del modelo
La conducta de los inversores externos aparenta ser el mejor predictor de las crisis recientes ocurridas en diversos países, entre ellos el nuestro (...).
Hacia el futuro inmediato, la importancia de la inversión externa pierde relevancia, ya que el flujo de capitales de los países que repudian su deuda es unidireccional, y la inversión neta es negativa, no sólo porque los extranjeros no invierten en el país, sino también porque los argentinos (buscando seguridad jurídica) prefieren invertir afuera.