Schröder gira al centro para frenar la caída en las encuestas
El canciller alemán, Gerhard Schröder, gira al centro quemando así sus últimos cartuchos antes de las elecciones del 22 de septiembre. Unos comicios en los que, según las últimas encuestas, cada vez tiene menos posibilidades de revalidar el cargo. Su peor enemigo es una desaceleración económica que ha impulsado al alza los datos de paro y que probablemente no remitirá antes de las elecciones.
En la campaña electoral que el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD) inicia hoy en Alemania, Schröder intentará convencer a los electores de que es capaz de mejorar la situación económica del país y reducir el desempleo, una de las principales preocupaciones de los alemanes. En sus últimas declaraciones, el político socialdemócrata ha dado además un tímido giro hacia el centro y parece querer librarse de los vínculos con el ecologista e izquierdista Partido Verde, su socio en el Gobierno durante los últimos cuatro años.
Hasta ahora, Schröder había destacado en todo momento que su objetivo era lograr la continuidad de la coalición rojiverde en el Gobierno, pero el pasado miércoles modificó su discurso. 'Nuestra meta es que el SPD se convierta en el partido más fuerte y que no se forme ningún Gobierno contra él', dijo el político.
Distanciarse de los Verdes
Con esta afirmación, Schröder se distancia de los ecologistas, un compañero de viaje demasiado radical para una parte del electorado. Los Verdes son, por ejemplo, activos defensores del impuesto ecológico sobre los carburantes, un gravamen que sin duda es el más impopular en Alemania y que la oposición cristianodemócrata ha prometido suprimir si gana las elecciones.
Schröder es consciente, además, de que la coalición con los ecologistas ya no le da la mayoría, si se tienen en cuenta los últimos sondeos. Según el instituto Forsa, que publicó el 31 de julio las últimas encuestas de opinión disponibles sobre intención de voto, el SPD se hará con un 35% del electorado, un punto porcentual menos que la semana anterior.
Los cristianodemócratas de la CDU suben dos puntos, hasta el 42%, mientras que el Partido Verde y los liberales del FDP se mantienen en el 6% y el 9%, respectivamente.
Las declaraciones de Schröder abren también la puerta a una eventual coalición con el FDP que, matemáticamente y si se mantienen los pronósticos, le daría la victoria frente a la CDU. El FDP, tradicional partido bisagra en Alemania, se ha aliado generalmente con los conservadores, aunque en los años setenta formaron Gobierno en dos ocasiones con cancilleres socialdemócratas.
Thorsten Schneider-Haase, experto en encuestas de opinión del instituto Emnid, asegura que el Gobierno de Schröder 'no está intentando ganar las elecciones con temas típicos de un partido de izquierdas'. Así, el informe de la comisión Hartz, encargado por el Gobierno y que cuenta con el apoyo del SPD, presenta unas recetas para reducir el desempleo más propias de la derecha, que han recibido alabanzas incluso de algunos miembros de la CDU.
La comisión, liderada por el responsable de personal de Volkswagen, Peter Hartz, propone el recorte y simplificación de los subsidios de desempleo con el fin de reducir los elevados costes para el erario público y fomenta las contrataciones temporales.
El informe, que se presentará oficialmente el 16 de agosto, hizo mejorar al SPD temporalmente en las encuestas. Algunos medios de comunicación han difundido que Schröder podría, incluso, ofrecer a Peter Hartz un superministerio de Economía y Trabajo, supuesto que ha sido desmentido por el ejecutivo.
Schneider-Haase opina que esta idea 'sería muy positiva para el SPD', pero no cree que se vaya a poner en práctica. Para este experto, Schröder 'puede hacer ya bastante poco por mejorar su situación en las encuestas' y cree que el canciller lo tendrá difícil para poner otros temas en la palestra.
El analista de Emnid cree que los socialdemócratas sólo pueden esperar beneficiarse de algún 'resbalón' imprevisto de los conservadores.
Escándalos
Los últimos escándalos, las dimisiones de varios políticos por aceptar salarios ilegales o utilizar con fines privados millas de regalo de Lufthansa acumuladas en viajes oficiales han afectado, de momento, sólo a políticos de la izquierda.
Dieter Roth, miembro de la directiva del instituto de investigación Forschungsgruppe Wahlen, cree, sin embargo, que 'aún veremos sorpresas en la campaña electoral'.
En concreto, Roth cree que las encuestas de opinión sufrirán un vaivén cuando los dos principales candidatos, Schröder y el conservador Edmund Stoiber, celebren un duelo frente a frente. Y es que el político socialdemócrata tiene mayor carisma que su opositor conservador, al que sí logra superar en las encuestas sobre valoración de los dos candidatos.
La crisis económica juega en contra del SPD
La súbita desaceleración de la economía alemana, que el año pasado entró en crecimiento negativo, es el peor enemigo de Schröder de cara a los comicios de septiembre.
El líder socialdemócrata ha visto cómo la crisis dispara los datos de desempleados, y ello se ha convertido en uno de sus principales obstáculos para ganar el voto popular.
El número de desempleados se acerca a la barrera de cuatro millones de personas. Un dato que resulta especialmente grave si se tiene en cuenta que el canciller se comprometió, en la última campaña electoral, a reducirlo hasta 3,5 millones.
Además, las previsiones a medio plazo no son nada optimistas. El prestigioso instituto económico IFO rebajó el jueves pasado las previsiones de crecimiento para la economía alemana en 2002 del 0,9% al 0,7% (por debajo de la previsión oficial del Gobierno, que está en el 0,75%). Además revisó a la baja la previsión para 2003, que pasa del 2,4% al 2,3%.
El IFO advertía, también, que la situación del mercado laboral no empezará a mejorar hasta 2003, como pronto. Y augura el mantenimiento de cuatro millones de parados durante los próximos meses. El documento advierte que la economía germana sigue sujeta a importantes riesgos, como las turbulencias en los mercados financieros provocadas por los escándalos contables.
Este dictamen se suma a los avisos lanzados recientemente por otros institutos como RWI, que también ha rebajado la previsión de crecimiento en 2003 del 2,6% al 2,3%.