IBM compra la división de consultoría de PricewaterhouseCoopers por 3.500 millones de dólares
La caída en desgracia de Arthur Andersen por su implicación en el escándalo financiero de Enron ha sacudido como un terremoto el mundo de las auditoras, dominado antes por cinco y ahora por cuatro grandes firmas que aglutinan la mayoría de los grandes clientes a nivel mundial.
Una de las consecuencias más importantes de esta crisis ha sido la decisión de estas empresas de separar sus negocios de auditoría de los de consultoría (es decir, poner tierra por medio entre los que aconsejan a las empresas sobre lo que deben hacer y los que vigilan que hagan lo que deben hacer), dividiendo las compañías o incluso vendiendo una de las dos áreas.
Esta última opción es la que ha elegido PricewaterhouseCoopers (una de las grandes junto con KPMG, Ernst&Young y Deloitte&Touche), que ha llegado a un acuerdo con IBM para venderle su área de consultoría por 3.500 millones de dólares.
El acuerdo fue anunciado ayer por ambas empresas, tras firmarse con el beneplácito de ambas juntas directivas. Queda todavía por conseguir la aprobación de las divisiones locales de la compañía y de los organismos de regulación del mercado estadounidenses, según ha publicado The New York Times.
A finales de 2000, Hewlett-Packard trató de comprar la consultora por 18.000 millones, pero PricewaterhouseCoopers no aceptó la oferta y prefirió seguir adelante con su plan de dividirse en dos empresas, idea que ahora ha desechado.
No fortalecer a HP-Compaq
La mayoría de los expertos han alabado la compra de IBM, puesto que de caer en manos de HP, ahora fusionada con Compaq, hubiera reforzado mucho a uno de los mayores rivales del gigante azul en varias áreas de negocio. Además, la consultora mantiene un gran número de clientes que precisan de sistemas informáticos como los que fabrica IBM, por lo que no les será difícil hallar las sinergias necesarias para rentabilizar la compra, según han manifestado varios analistas.
Esta operación es la primera de importancia realizada por el nuevo director ejecutivo de IBM, Samuel Palmisano, que tomó el timón de la empresa de manos de uno de sus patrones más longevos, Louis Gerstner, el pasado mes de marzo.