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Tratamiento

Valencia invierte 2,5 millones para convertir la paja de arroz en abono

Los molestos humos que cada octubre contaminan la atmósfera de Valencia, procedentes de la quema de paja de arroz en los campos del parque natural de La Albufera, empezarán a desaparecer este año, con la puesta en marcha de la planta de tratamiento que la empresa pública Fervasa ha instalado en Quart de Poblet (Valencia). La planta ha costado 2,5 millones de euros, financiados en un 44,7% por la Unión Europea, gracias al programa Life Biocompost.

Según fuentes del Ayuntamiento de Valencia, 'el proyecto permitirá evitar la quema de la paja de arroz, así como disminuir la emisión de partículas y anhídrido de carbono y mejorar la calidad del aire durante el tiempo que dura la destrucción de la paja de arroz en el término municipal'.

La eliminación de la paja es esencial para evitar la contaminación del lago. Este año se tratarán 500 toneladas y en los dos próximos 1.300 y 2.000, respectivamente, con lo que se alcanzará la capacidad máxima de la planta. Sin embargo, la cantidad de paja de arroz que producen cada año los agricultores oscila entre 4.000 y 5.000 toneladas.

Esta cantidad incluye la que se quema en otros municipios con cultivos en el parque natural y cuya paja se seguirá quemando, ya que el proyecto del Ayuntamiento de Valencia se desarrollará inicialmente sólo en el término municipal de la capital. No obstante, el consistorio que preside Rita Barberá ha invitado a los municipios vecinos de La Albufera a sumarse a la iniciativa y no descarta ampliar la planta de tratamiento dentro de algunos años para incluir toda la producción de paja.

Abono orgánico

El tratamiento se iniciará con la recogida de la paja, para lo que se ha construido un prototipo de máquina que trabaja sobre terrenos encharcados y es capaz de recoger un gran volumen en el corto periodo de tiempo disponible. La paja se llevará a la planta experimental de Fervasa, donde se triturará y se mezclará con lodos de depuradora y otros residuos orgánicos para producir el compost. Posteriormente, se realizará la evaluación agronómica del compost elaborado.

En el proyecto participan la Depuración de Aguas del Mediterráneo y la Fundación Valencia de Agricultura y Medio Ambiente y han colaborado la Universidad Politécnica de Valencia y el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias.

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