Bilore se plantea aceptar la sentencia que anula sus 28 despidos
El fabricante de detergentes Bilore se plantea no presentar recurso contra la reciente sentencia judicial que ha anulado el despido de 28 trabajadores de su fábrica de Lucena (Guipúzcoa), que emplea a 280 personas. Este cambio de estrategia por parte de la compañía vasca tiene que ver con la contundencia de la resolución dictada por el Juzgado de lo Social número 4 de San Sebastián, en la que condena a Bilore a readmitir 'inmediatamente' a los despedidos el pasado 12 de abril de este año.
La sentencia se basa en que 24 de los 28 afectados están afiliados a CC OO. Este sindicato había denunciado la medida como una 'persecución' contra la central, puesto que a la misma sólo está afiliado el 16% de la plantilla de Zaldibia.
La juez señala en su resolución que esos despidos 'implicarían una casualidad extraordinaria y las casualidades en el mundo del derecho no existen'. Añade que 'no se entiende que, si Bilore no tenía intención de discriminar a CC OO, tuvo tal puntería en despedir nada menos que a 24 trabajadores afiliados al citado sindicato, y cómo no afectó el despido a algún afiliado a otro de los sindicatos con representación en la empresa'. En Zaldibia, las centrales mayoritarias son ELA y LAB, mientras que CC OO sólo tiene un representante en el comité de empresa.
Asimismo, las cartas enviadas a los empleados en las que se les notificaba su baja en Bilore 'no explicaba realmente por qué sobran esos puestos de trabajo y cómo los despidos van a mejorar la situación estructural de la fábrica', según la juez.
Pérdidas
Hasta ahora, Bilore, cuya gestión es responsabilidad del director general Manuel Luque, había manifestado que el recorte laboral citado era 'absolutamente necesario para garantizar la continuidad de la empresa'.
El fabricante de detergentes había justificado la medida por 'unas pérdidas significativas en 2001', sin cuantificar, que habían provocado una 'situación puntual de tensión de tesorería'. Bilore, además del centro de Zaldibia, tiene plantas en Lucena (Córdoba) y Haubourdin (Francia).
La compañía guipuzcoana facturó más de 80 millones el año pasado con 350 trabajadores. Antes de la polémica de los despidos, los gestores de Bilore habían negociado la venta de la empresa al grupo alemán Luhns, que llegó a ofrecer seis millones por la mayoría del capital.