Las plantas cogeneradoras acumulan pérdidas superiores a 430 millones
Las empresas españolas que controlan plantas de cogeneración eléctrica, que suman una potencia instalada superior a los 5.300 megavatios, consideran que el futuro de estas instalaciones está en peligro por la falta de desarrollo del marco legal. Esta incertidumbre, según la Asociación de Autogeneradores de Energía Eléctrica, está provocando la congelación de las inversiones y que las pérdidas acumuladas en los dos últimos años se elevan a 430 millones de euros. Los datos provisionales de este ejercicio no son más optimistas.
En este contexto, estos empresarios, tras casi dos años de conversaciones con la Administración, reclaman la aprobación de la orden ministerial que permita la interrelación entre los precios del gas y la cesión de la energía producida a la red eléctrica. Sin embargo, temen que el ministerio no tenga voluntad política de eliminar los obstáculos que actualmente marcan la marcha de la cogeneración. En esta línea, destacan que en el borrador sobre planificación energética en el que trabaja el Gobierno se recoge la congelación de la cogeneración.
Menos contaminación
Y sus reivindicaciones las apoyan en gran parte en datos relacionados con el impacto que esa actividad tiene sobre el medio ambiente. Aseguran que esas plantas generan en España 'un ahorro anual de energía primaria de casi 2,4 millones de toneladas equivalentes de petróleo y que disminuyen las emisiones de CO2 en más de 12 millones de toneladas cada año'. Otro factor que destacan es su influencia en la estabilidad del sistema eléctrico y en el ahorro de inversiones en líneas de transporte, al poder ubicarse por su tamaño no muy elevado cerca de los centros de consumo.
Actualmente funcionan 821 plantas de cogeneración, que han supuesto inversiones por encima de 4.000 millones. Los sectores más activos en la construcción de estas centrales son el químico, el papel, la alimentación y el refino. Las zonas que cuentan con mayor potencia instalada son las comunidades de Andalucía, Cataluña, Valencia y Galicia. Y supone en conjunto cerca del 11% de la potencia instalada, aunque los empresarios estiman que puede caer al 5% en el año 2010.
La cogeneración se basa en la producción simultánea de electricidad y calor por turbinas de gas o motores térmicos. Una parte de la electricidad producida se destina al autoconsumo de la planta industrial que la genera mientras que los excedentes se vierten a la red. Este mecanismo ha sido criticado por las compañías eléctricas que han reiterado que la obligación de comprar los citados excedentes suponía un encarecimiento para el conjunto del sistema por el elevado precio pagado por los kilovatios adquiridos a las cogeneradoras.