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Seguridad

Chillida aumenta un 25% la venta de alarmas por la oleada de robos

La creciente ola de robos en domicilios y locales comerciales -1.200 en el primer semestre sólo en la ciudad de Valencia, a una media de 200 por mes- ha disparado la demanda de servicios de seguridad privados, según los responsables de la empresa familiar Chillida.

La demanda de presupuestos de instalación ha aumentado un 50%, aunque dado el coste del dispositivo y su conexión a la central de alarmas, que puede llegar a 600 euros, el crecimiento en términos de facturación es del 25%. Según el director general de la compañía, Antonio Ávila, 'se ha notado muchísimo, sobre todo a la hora de pedir presupuestos'.

Chillida facturó 7,2 millones de euros el año pasado, un 33% más que en 2000. El crecimiento gracias al negocio de las alarmas se verá este año aminorado por el abandono del negocio de la vigilancia con guardias de seguridad, decidido hace un año. Según Antonio Ávila, 'teníamos vigilantes para clientes que querían todo el paquete, pero no es nuestra especialidad y decidimos dejarlo'.

La empresa valenciana centra ahora sus inversiones -entre 0,5 y 0,6 millones anuales- en la televigilancia desde la sede de la compañía, por medio de Internet, y en la detección y seguimiento de vehículos robados mediante el sistema de localización por satélite GPS.

El departamento de investigación de Chillida está desarrollando un sistema propio, a partir del que ya tiene para el seguimiento de su flota, que permite localizar un coche, pararlo o arrancarlo -para los casos de pérdidas de llaves- desde las centrales de Valencia y Murcia.

Según Antonio Ávila, 'toda la tecnología que llega a nuestro departamento de I+D, procedente del grupo estadounidense Ademco, la retocamos y la adaptamos a las necesidades españolas, que son diferentes a las americanas tanto por legislación como por el tipo de clientes'.

La legislación europea es más rigurosa que la norteamericana en aspectos como la vigilancia en entidades financieras o los equipos de detección, según el gerente de Chillida.

La empresa tiene 10.000 conexiones a su central de alarmas, de las que casi el 40% corresponde a entidades financieras. 'Los bancos son nuestros clientes tradicionales, porque, ya en el siglo XIX, Chillida fabricaba las rejas para sus ventanas y en 1973 construimos el primer furgón blindado con acero procedente de Austria', relata Antonio Ávila.

Chillida ha extendido su actividad a Gandía (Valencia), Alicante y Murcia, ciudad ésta donde tiene una central receptora de alarmas que es una réplica de la de Valencia, por si falla una de ellas. La empresa tiene una plantilla de 115 personas.

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