Menús a contrarreloj para la realeza saudí
Las ocho horas de vuelo que separan Riad, la capital saudí, de Málaga dan para mucho más que un ligero piscolabis. Los menús según el ritual Halal que habitualmente se preparan para los viajeros musulmanes se convierten en toda una exhibición culinaria cuando los pasajeros pertenecen a la familia real o a su multitudinario grupo de allegados.
El personal de la empresa de catering aéreo LSG Sky Chefs en Málaga lo sabe bien: el café que toman es una especie que se consume verde, aromatizado con cardamomo y clavo; el arroz tiene que ser basmati, una especie de grano largo cultivado en Pakistán; el caviar lo consumen en abundancia y la variedad de zumos es infinita. El director de LSG Sky Chefs en Málaga, Gustavo Guerrero, calcula que cada verano pasan por el aeropuerto de Málaga 13.000 pasajeros vinculados a la casa real saudí. 'Y la particularidad es que nunca se sabe cuándo llegan o parten sus vuelos'.
Es habitual recibir en la madrugada una llamada para informar de la salida de un avión cinco horas después. 'Aunque hay un turno de noche, tenemos que despertar a todo el personal y hacerle venir a la empresa'. Y el mérito no es sólo acudir a cualquier hora a preparar un menú para un grupo de pasajeros considerados VIP (Very Important Person) musulmanes, sino disponer de todos los ingredientes: 'Generalmente contamos con una reserva de imperecederos importante, pero no ha sido la primera vez que hemos tenido que ir al hipermercado de Marbella, que abre los domingos, porque faltaba algo'. Tampoco han sido excepcionales las excursiones a 'una granja de los alrededores para comprar un cordero de seis kilos, porque lo quieren asado entero', apunta Guerrero.
El proceso aún gana en complejidad cuando el menú se prepara para el rey Fahd. 'Entonces su personal de seguridad asiste a la preparación de la comida y se lleva una muestra sellada de todo'. De cualquier modo, LSG Sky Chefs, líder mundial en catering aéreo con una cuota de mercado del 30%, es una empresa experta en la adaptación de los menús. En Francfort incluso dispone de una cocina japonesa, con 13 cocineros de esa nacionalidad, para atender a los pasajeros con gustos orientales.