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Incentivos

Los bancos japoneses reacios a una segunda oleada de fusiones

Un plan oficial para salvar los pequeños bancos regionales en crisis con una oleada de fusiones similar a la que reestructuró en los últimos años a las principales entidades japonesas, despierta resistencia o escepticismo en el sector, según analistas financieros.

Con el fin de reducir un grupo de casi 700 entidades regionales de tercer orden, muchas de ellas afectadas por la prolongada crisis económica, la gubernamental Agencia de Servicios Financieros, ha propuesto medidas para incentivar las fusiones.

La idea es repetir la experiencia de la gran banca que, pese a masivas inyecciones de fondos públicos y nacionalizaciones temporales para evitar quiebras que amenazaron con desestabilizar la economía en su conjunto, tuvo que consolidarse en cinco grandes grupos.

Entre los incentivos para que los bancos regionales pequeños en crisis acepten desaparecer dentro de otros más saludables, la FSA propone ampliar la protección oficial a los depósitos de ahorro en las entidades que se unan.

El Gobierno pondrá fin a su protección total sobre los depósitos ordinarios en el caso de quiebra de una entidad desde el primer día del año fiscal 2003, el 1 de abril próximo, y la limitará a 10 millones de yenes (83.000 dólares).

La FSA propone que si dos bancos regionales se unen, la protección oficial pase a ser de 20 millones de yenes, y en el caso de una fusión triple, el aval gubernamental en caso de quiebra por depósitos alcanzaría la cifra de 30 millones de yenes.

Otros incentivos son la inyección de fondos públicos para facilitar las uniones y reducciones impositivas para los bancos que fusionen sus respectivos sistemas informáticos.

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