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Competencia

Economía cree que la unión de Deloitte y Andersen reducirá la competencia

El Ministerio de Economía, a través del Servicio de Defensa de la Competencia, entiende que la fusión de las auditoras Andersen y Deloitte & Touche 'puede obstaculizar el mantenimiento de una competencia efectiva'. Así lo asegura en el informe que ha remitido al Tribunal de Defensa de la Competencia para que sea esta instancia la que analice ahora la fusión.

Economía argumenta que la operación supone la desaparición de uno de los cinco principales operadores dentro del mercado de auditoría y contabilidad de grandes empresas cotizadas en Bolsa, 'situándose la nueva entidad en el primer lugar de la clasificación con una cuota de mercado del 38,7%'.

'La operación', continúa el informe, 'incide en el submercado de los servicios de auditoría y contabilidad a las grandes empresas que cotizan en el Ibex 35, donde la desaparición de este competidor implica que este submercado, ya concentrado, pasa a tener cuatro operadores'. En este caso, la cuota de mercado de la empresa fusionada alcanzaría el 68,6%.

Por otro lado, a pesar de la escasa adición de cuota, 'la necesidad de contar con una red internacional para las empresas de mayor tamaño supone una barrera de entrada que explica la existencia de sólo cuatro oferentes y la elevada asimetría de facturación y cuotas entre éstos y el resto de empresas de auditoría'.

La regulación que organiza el mercado de auditoría en España, argumenta el informe, 'no pretende impedir la entrada de nuevos operadores, sino más bien garantizar la adecuada prestación del servicio y, en última instancia, que la información de las empresas represente fielmente su situación económica patrimonial y financiera.

Pocas firmas

Competencia reconoce que existe en el mercado un número elevado de empresas, pero indica que muy pocos prestan servicios a grandes compañías cotizadas en Bolsa, debido a que este tipo de empresas prefieren contar con una red internacional que aúne sus intereses en los diferentes países en los que se encuentran presentes.

'El establecimiento de dicha red', explica , 'requiere el desembolso de recursos económicos elevados al alcance de pocas empresas. Esto explica la estabilidad de los cinco operadores en la auditoría de grandes empresas y la marcada asimetría entre las auditoras con mayor facturación y el resto, que se refleja en la brecha existente entre los volúmenes facturados por unas y otras.

El informe revela que la fusión se ha diseñado en dos fases. En la primera, ambas compañías mantendrán una mera relación de asociación en la que Andersen tendrá el derecho de utilización del nombre Deloitte y adoptará su modelo de integración con especial incidencia en sus sistemas organizativos, aunque mantendrá su independencia.

Y en una segunda fase el acuerdo contempla la opción de proceder a una fusión a la que no se llegará hasta que no transcurra un plazo que ambas empresas han optado por declararlo confidencial.

El acuerdo de licencia que establece la primera fase del acuerdo establece una cláusula de no competencia 'por el que las dos partes se comprometen durante la duración del mismo a no atraer clientes -toda persona o sociedad para la que la empresa haya efectuado trabajos en el transcurso de los tres años precedentes- ni contratar personal de la otra parte'.

La asociación implica que las empresas que conforman Andersen España 'dejan de actuar de manera independiente en el mercado, asumiendo la organización, el método de negocio y gestión, el nombre de Deloitte & Touche, desapareciendo su identidad en el mercado y cambiando su estructura de control'. Respecto a la posición que ocupará en el mercado la nueva entidad, el informe señala que 'la cuota conjunta de las dos partes es muy superior a la de sus competidores, las otras tres grandes empresas de auditoría existentes: PricewaterhouseCoopers, Ernst & Young y KPMG'.

Competencia argumenta también que la integración de las dos empresas tiene un potente efecto compensatorio de la demanda. 'La pérdida de un cliente', indica, 'puede suponer una reducción de ingresos para el auditor, lo que otorga al cliente un cierto poder para compensar posibles prácticas abusivas de la empresa contratada'.

'Ahora bien', continúa, 'la relativa capacidad de negociación de algunos de los clientes se ve parcialmente contrarrestada por el coste que les supone el cambio de auditor y por la fuerte posición de Andersen, especialmente en el submercado de las empresas del Ibex 35'.

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