Buena vista en Alcon Cusí
El director general de Alcon Cusí remodelará su despacho, pero mantendrá las vistas al mar. Enrique Chico lo cambiará todo menos la colección personal de carteles publicitarios de Nestlé, el grupo que cuenta con el 75% del capital del laboratorio
Abre las ventanas para que entre la brisa del mar, y enciende el ordenador para ver los correos que han llegado durante la noche. Esta escena se repite todos los días, hacia las ocho de la mañana. Da comienzo entonces una larga jornada de 12 horas y hay que cargar fuerzas con un café. Después, empiezan las reuniones con sus colaboradores, la visita oportuna a la fábrica, el seguimiento de los planes de crecimiento. Y todo esto desde un despacho ubicado en un edificio de 1911, cuya fachada es patrimonio artístico. Ciertamente, una habitación con vistas, un lugar privilegiado más apto para pasear y para el ocio que para pasar una dura jornada de trabajo. Quizá por eso la mesa de trabajo de Enrique Chico está de espaldas a ese idílico escenario, el mar. 'Es para evitar posibles distracciones y quedarse uno mirando al infinito', aunque 'cuando estoy pensando alguna estrategia me pongo frente a la ventana'.
El director general de Alcon Cusí desembarcó en El Masnou (Barcelona) en 1996, coincidiendo con los nuevos bríos de la adquisición de la compañía familiar catalana por parte de la farmacéutica Alcon, a su vez filial del grupo de alimentación Nestlé. El despacho fue siempre el cuartel general de la dirección general. 'En todos estos años no ha habido muchos cambios en cuanto a la estética de la compañía. Por ejemplo, el suelo es de moqueta sobre un parqué bastante deteriorado, y el mobiliario se ha renovado alguna vez', advierte este ejecutivo.
Cuando Nestlé adquirió la compañía familiar, se dedicó a modernizar la factoría contigua, dejando para una segunda fase la renovación del interior del edificio que alberga la sede social de Alcon Cusí. 'Por eso, no hemos cambiado nada en el interior del edificio en los seis años que llevo aquí', según Chico. Ahora ha tocado el turno, y el cambio será total. 'Queremos que los cambios sean funcionales, y que afecten a toda la zona de despachos. La actual distribución de espacios cambiará, con una gran zona diáfana', asegura el director general.
El despacho del director general utilizará un suelo de pizarra y las paredes tendrán colores suaves, la misma tonalidad del mobiliario, que sustituirá a las viejas mesas de color caoba. También aprovechará para sustituir el ordenador existente, antiguo y de color negro, por una pantalla plana de última generación. 'Son un poco más caras, y creo que nos lo podemos permitir', argumenta, aflorando una generosa sonrisa. Incluso los diseños del nuevo espacio serán minimalistas. 'A mí me gustan las cosas sencillas, relajantes, en línea con la filosofía zen', remarca Enrique Chico.
En definitiva, la renovación de la zona de trabajo del directivo de la compañía farmacéutica y de todo su cuadro directivo responde a la filosofía de su propia actividad y objetivo. Alcon Cusí produce medicamentos oftalmológicos y Enrique Chico no se cansa de repetir que la nueva decoración servirá para 'descansar la vista'.
Lo único que heredará el nuevo espacio de trabajo será una curiosa colección privada de carteles publicitarios del grupo Nestlé, el propietario del 75% del capital de Alcon. El propio Chico se encarga de visitar las ferias de libros viejos por todo el mundo y advierte que, cuando tiene tiempo, busca carteles del grupo suizo. 'Siempre me ha llamado la atención este tipo de publicidad. Tengo desde un grabado de la primera fábrica que tuvo Nestlé en La Penilla (Santander) hasta un cartel de Nidina (un producto de alimentación infantil). Por el momento, sólo tengo siete carteles'.
Una fábrica en un museo
La familia Cusí adquirió en el siglo XIX una farmacia ubicada dentro del monasterio de Santa María la Real de Nájera (La Rioja), coincidiendo con la desamortización de Mendizábal. La farmacia fue trasladada íntegramente a la fábrica de El Masnou, donde se reprodujeron incluso las paredes. Actualmente es propiedad de la Real Academia de Farmacia de Cataluña, aunque Alcon Cusí es la encargada de conservar el patrimonio. La farmacia se ha convertido en un museo, que puede ser visitado por el público. La remodelación del edificio no afectará al museo.