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Energía

El petróleo da un respiro a la inflación que se sitúa en el 3,4% anual en junio

La inflación se dio un respiro en junio, tras varios meses de subidas, en las que se llegó a aupar por encima del 4%. Según hizo público ayer el Instituto Nacional de Estadística (INE), el índice de precios de consumo (IPC) se mantuvo invariable en junio respecto a mayo. La tasa interanual (mide el crecimiento respecto al mismo mes del año anterior) se redujo incluso dos décimas, del 3,6% al 3,4%.

Con estos datos, la inflación acumulada en lo que se lleva de año (primer semestre) queda en el 2,5%, medio punto por encima del objetivo oficial para todo el ejercicio, a pesar de la contención de precios.

La energía, y más especialmente el comportamiento de carburantes (derivados del petróleo) y combustibles -descendieron un 2,6% sobre el mes anterior-, incidieron sobremanera sobre el IPC. De hecho, los precios en el grupo del transporte, condicionado por la evolución del crudo, bajaron un 1% en el mes. Comunicaciones, vestido y calzado también ayudaron a contener los precios. El Gobierno recibió ayer con buena cara la evolución de la inflación en junio, pese a que el nivel de precios está sensiblemente por encima de lo esperado.

Alemania

El secretario de Estado de Economía, José Folgado, reconoció ayer la contribución de la energía en la contención de los precios en junio, pero advirtió que quizá eso no sea suficiente para reducir el diferencial con respecto a la media de la zona euro, ahora en máximos, debido a que también están bajando los precios en el resto de la Unión Europea.

De hecho, el IPC armonizado español se redujo tres décimas en junio, hasta el 3,4%, pero también lo ha hecho en Alemania. En la primera economía europea, la bajada del coste del petróleo y los alimentos permitió un descenso de la inflación en junio hasta su nivel más bajo desde octubre de 1999, un 0,8% en tasa interanual, por debajo del 0,9% de las previsiones iniciales de la oficina federal de estadística alemana, que había pronosticado un IPC del 0,9%, informa Paula Gil. El gasóleo para calefacción se abarató un 17,6% respecto a junio de 2001, mientras que la gasolina bajó un 2,5%. Los servicios resultaron más caros, como en España. El Gobierno español sigue con atención la evolución de los precios en sectores que han resultado más inflacionistas en los últimos meses, como los ligados a los servicios, especialmente la hostelería y el turismo.

El INE está trabajando con las empresas turísticas para perfeccionar la recogida de datos de las ofertas en los paquetes de los turoperadores. Por lo demás, confía en que la moderación salarial y de márgenes empresariales ayude a la contención de precios en los próximos meses. La evolución del petróleo, del euro y de los servicios es la principal incertidumbre.

Inicio de rebajas en el vestido y el calzado

 

 

 

 

El inicio de las rebajas estivales se notó en el grupo del vestido y el calzado, con una bajada general del 0,5% sobre mayo. Por rúbricas, destacó el descenso del 0,7% en los precios de las prendas de vestir de mujer, y del 0,6%, en las de hombre. Se esperan mayores reducciones aún en julio, periodo por excelencia de rebajas y ofertas, además del mes de enero.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Otras bajadas importantes en junio fueron las de la carne de ave (-2,6%), las patatas y sus preparados

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

(-4%) y los huevos (-0,6%).

La tasa subyacente sigue aupada en el 4,1%

 

 

 

 

El aspecto más negativo del comportamiento de los precios en junio es la evolución de la inflación subyacente, la que descuenta del índice general los elementos más volátiles, como los alimentos frescos y la energía. La tasa subyacente no varió en junio, manteniéndose aupada en el 4,1%, más de medio punto por encima del índice general.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El dato es más preocupante aún si se tiene en cuenta que la inflación subyacente está considerada por los expertos como un indicador estructural de los precios, que mide la evolución del IPC a medio plazo. El mantenimiento de esta tasa en niveles tan altos demuestra que las subidas más o menos puntuales de los últimos meses han calado en el tejido productivo de la economía y que será difícil de rebajar.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El Gobierno espera una reducción de los precios en los próximos meses, pero los analistas avisan que será muy difícil acabar el año con un IPC por debajo del 3%, sobre todo, si se recupera el crecimiento económico, que siempre lleva aparejado tensiones de precios.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Esta preocupación ha llegado tanto a la oposición política como a los sindicatos y la propia patronal, que ven el mantenimiento de estos niveles tan altos de inflación como un factor de riesgo para la competitividad de los bienes y servicios españoles en relación con los del resto de la Unión Europea. Eso a pesar de que desde el Gobierno (el vicepresidente económico, Rodrigo Rato) se insiste en que el mejor indicador de competitividad no es el IPC (precios de consumo), sino los precios industriales. Con todo, el Ejecutivo ya ha reconocido que, hoy por hoy, la inflación es el principal problema con que se enfrenta la economía española. Este problema también se extiende a todas las comunidades autónomas, aunque la evolución no es la misma.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Por encima de la media nacional (ver gráfico) se sitúan comunidades como Baleares, Murcia, País Vasco, Asturias, Galicia, Madrid y Aragón.

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