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Normativa

El Comité de Basilea cede ante la UE y suaviza los requisitos de capital

El Comité de Supervisión Bancaria de Basilea -organismo que depende del Banco de Pagos Internacionales, formado por 13 países, entre ellos España- flexibilizó ayer los requerimientos del nuevo Acuerdo de Capital, más conocido en el sector como Basilea II, para conseguir que este documento cuente con el beneplácito de los grandes países de la UE.

En este nuevo texto, que coincidirá en el tiempo con la aprobación de los códigos de gobierno de los principales bancos españoles y con la aplicación de la Ley Financiera en España -que controlará la gestión en las empresas-, establece los requerimientos de capital que tienen que dotar las entidades en relación a los riesgos contraídos y sustituirá al anterior texto, que data de 1988. Esta revisión del primer documento de 1988 descansará sobre tres pilares: el proceso de supervisión por parte de diversos organismos; la disciplina de mercado, que va a exigir mayor información a los agentes sobre los riesgos asumidos; y los requerimientos de capital en relación a los créditos asumidos.

En este último apartado se incluyeron los métodos basados en la calificación interna (IRB), que daría la oportunidad a las entidades financieras de un tamaño considerable.

Las quejas vinieron primero de las pequeñas y medianas empresas alemanas; en segundo lugar, de la gran banca alemana; y por último, del canciller Gerhard Schröder y la Federación Europea de Cajas. Todos ellos pusieron el grito en el cielo advirtiendo que usando el método IRB se dañaría al segmento de pymes, para las cuales se encarecerían demasiado los créditos. De hecho, esta polémica provocó en marzo pasado que la UE frenara el proceso de revisión de las normas. En su comunicado de ayer, el comité no hizo referencia explícita a estas quejas, pero afirmó que ha modificado Basilea II para 'asegurar un tratamiento más adecuado de las pymes'. 'Se les permitirá a los bancos distinguir entre los créditos a pymes y a grandes corporaciones. [...]. Así, la exposición a las pymes tendrá un menor requerimiento de capital que las grandes compañías'.

Este texto, que va a suponer el nuevo modelo por el que se regirá el control de costes de la mayor banca mundial, se ha encontrado con numerosas dificultades desde que se publicó el primer borrador.

La necesidad de conciliar numerosos puntos de vista ha hecho que el texto haya sufrido numerosos retrasos desde finales de 2000. El primer borrador se envió a instituciones públicas y entidades financieras, y se esperaba que el texto definitivo quedase redactado a finales de este año, para que se pudiese implementar en 2004. Sin embargo, no será hasta junio cuando se emita un último borrador, para así tener listo el texto definitivo en el cuarto trimestre de 2003. Esto significa, según el BIS, que la fecha de la implementación definitiva se volverá a retrasar. Si hasta ahora se preveía que ésta se produjese en 2005, Basilea pospone ahora esa fecha hasta finales de 2006. Además afirma que 'algunos países necesitarán más tiempo para implementar este modelo'.

Durante los tres años que pasarán 'se espera de los bancos y de los supervisores que se adapten y desarrollen los sistemas necesarios'.

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