España recibió sólo el 3% de los fondos europeos de investigación
La subvención total recibida por entidades españolas en el ámbito del V Programa Marco de Investigación y Desarrollo de la Unión Europea fue de 479 millones de euros, un 3,2% del total.
Este programa, que ha gestionado la inversión en investigación entre 1999 y 2002, ha tenido un presupuesto final de 14.960 millones de euros y cuatro líneas de actividad. La más importante de ellas, que ha centralizando el 80% del presupuesto, es la referida a programas de investigación, desarrollo y demostración propiamente dichos.
Según datos de Fedit, la Federación de Centros Tecnológicos de España, que hoy celebra su duodécima asamblea general, los beneficiarios españoles del programa fueron 1.658 entidades, de las cuales 1.015 han sido empresas. En total se han producido 2.095 participaciones en 1.291 proyectos, que han sido liderados por organismos o empresas españoles en 238 ocasiones.
Las entidades con una participación más destacada, superior a cinco millones de euros, han sido, entre otras, la Universidad Politécnica de Cataluña, la Universidad Politécnica de Madrid, Sema Group, la Universidad de Barcelona, EADS-Casa, el Centro Nacional de Biotecnología, Telefónica I+D, AENA e Ibermática. El Centro Superior de Investigaciones Científicas y Fedit obtuvieron el 10.5% y el 9% del total nacional, respectivamente.
Las comunidades autónomas que tuvieron más éxito en la adjudicación de estos fondos fueron Madrid, con un 38%, y Cataluña, con el 22,6%, seguidas por el País Vasco, que obtuvo el 14,6% de la financiación, y por Valencia, 7,8%; Andalucía, 4,9%; Castilla y León, 2%, y Galicia, con el 1,9%. Las otras 10 comunidades autónomas se repartieron el restante 8,2% de las ayudas.
Sólo el 20% de los programas presentados por España fueron financiados, mientras que en las dos ediciones anteriores del programa, la cuarta y la tercera se aprobaron el 23% y el 24% de las propuestas. La financiación media por proyecto obtenida fue de 31 millones de pesetas.
La comisión financió el 40% de los costes por adelantado, lo que permitió que las entidades cuyos proyectos fueron aprobados no tuvieran necesidad de desembolsar ninguna cantidad antes de poner en marcha su investigación.