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José Ignacio Echániz, Consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid

'Soy liberal por convicción, pero no voy a privatizar, creo en el sistema'

José Ignacio Echániz (Valladolid, 1963) ha mantenido en los últimos meses un calculado silencio. Mientras sus detractores le acusaban de instigar en el seno del PP para liberalizar la sanidad española e insinuaban que sus enfrentamientos con Celia Villalobos escondían la ambición secreta de ser ministro, él callaba. Ahora lo niega todo, o casi todo, porque Echániz no esconde su deseo de capitanear el Ministerio de Sanidad, aunque asegura que 'no he dado ningún paso para ser ministro'. Y no lo será, al menos por ahora. No puede, sin embargo, quejarse de su suerte. Ruiz-Gallardón le ha firmado un cheque de 1.800 millones de euros para mejorar la calidad de la sanidad madrileña. Todo un reto.

P. Las cifras de la sanidad madrileña desvelan ciertas dificultades para poner en marcha el Plan de Calidad. Tienen 3.726,28 millones de euros, pero tenían previsto disponer de 3.846, 5 millones gracias al Fondo de Cohesión, y este dinero no llegará. ¿Van a poder costear los 77,8 millones adicionales del Plan de Calidad?

R. Las transferencias se hicieron bien.

P. Pero el Fondo de Cohesión debería ser ampliable...

R. Ese fondo todavía está sin diseñar. El crédito inicial asciende a 60 millones de euros y nosotros creemos que a Madrid le corresponde un mínimo del 70%. Hubiésemos preferido consolidar esos ingresos desde el primer momento, pero era difícil de explicar al resto de los territorios...

P. ¿No cree que Montoro les ha engañado?

R. Insisto, el fondo está sin diseñar. El sistema de financiación dice que el diseño corresponde al Ministerio de Sanidad, pero la realidad es que hemos tenido que negociar con Hacienda.

P. Entonces, ¿no van a tener que recurrir a fondos extraordinarios?

R. El sistema de financiación es sólido y nosotros esperamos tener recursos suficientes para financiar la sanidad. Usaremos los fondos de cohesión, el impuesto de la gasolina y un crédito adicional que nos dará nuestra Consejería de Hacienda.

P. Es decir, un crédito extraordinario...

R. Extraordinario no. Simplemente se da prioridad a la sanidad y su presupuesto crece por encima de los demás.

P. Alguna sorpresa tras las transferencias...

R. Asuntos menores. Sin previo aviso la dirección del Insalud nos remitió los expedientes de reclamaciones patrimoniales anteriores al 1 de enero de 2002. Los devolvimos.

P. ¿Y ellos no protestaron?

R. No. También está pendiente dilucidar quién pagará el gasto farmacéutico correspondiente a diciembre de 2001. Si después de liquidar, insisten en imputárnoslo, reclamaremos. Pero, como ve, no se puede hablar de sorpresas, las transferencias estaban muy trabajadas.

P. No es el caso de las agencias sanitarias... Los madrileños aún tardarán en poder elegir realmente médico y cirujano.

R. No era posible ponerlas en marcha sin tener toda la información y todos los recursos. Lo que hicimos fue incluirlas en la Ley de Ordenación Sanitaria para que fueran de obligado cumplimiento. Pronto abriremos la primera en Alcorcón, será una oficina piloto.

P. La ley también prevé una reordenación de las áreas sanitarias.

R. Eso está previsto en el Plan de Calidad, pero lo cierto es que las estamos remodelando diariamente.

P. Pues los sindicatos denuncian las masificación de estas áreas y la necesidad de construir nuevos hospitales.

R. Los sindicatos se tienen que dedicar a lo que tienen que dedicarse... a luchar por la condiciones laborales de sus trabajadores.

P. Pero los hospitales madrileños están llenos.

R. Y los de Murcia, y los del País Vasco... La demanda supera permanentemente a la oferta. ¿Por qué? Hay una mala costumbre cultural... Vaya un 15 de agosto por la tarde o el día que jugó España contra Corea.

P. Tal vez el discurso debería ser : 'Se necesitan más centros, pero no tenemos dinero para construirlos'.

P. No, no, no. En este momento un 20% de nuestra actividad se destina a atender a los desplazados. Si Bono se pone a construir hospitales, como está haciendo, y Rodríguez Ibarra hace lo mismo, y Herrera, en Castilla y León, nos sobran dos de cada diez centros.

P. ¿Cuánto dinero destinan a los conciertos con la privada? ¿22 millones de euros? ¿Tiene previsto aumentar esta partida?

R. No especialmente, aunque tenemos la intención de poner en marcha un programa de racionalización de las listas de espera.

P. Por tanto, como no tengo hospitales suficientes para atender la demanda recurro a la privada.

R. No, no es lo mismo. La privada me permite atender los picos... Y ahorrar mucho dinero, porque no consolido gasto corriente.

P. ¿Cuánta gente está esperando una prueba diagnóstica en estos momentos?

R. Algo más de 8.000 pacientes, una resonancia magnética; 12.000, una tomografía; una ecografía, 40.000 ciudadanos, y una mamografía, 38.000 madrileñas. Pero le aseguro que, cuando el médico interpreta que algo es urgente, lo prioriza.

P. El Defensor del Pueblo no opina lo mismo...

R. Cuenta anécdotas. No digo que los casos no sean ciertos, pero las quejas no siempre tienen razón.

P. Usted ha sido acusado reiteradamente de querer privatizar la sanidad. La ley de sanidad madrileña, que copia el modelo catalán...

R. No diga eso porque me ofende personalmente.

P. Bien, copia la compra de servicios. ¿Significa eso que comprará los servicios sanitarios al mejor postor, sean públicos o privados?

R. Yo soy liberal por convicción, pero no voy a privatizar la sanidad; creo en el sistema, que es muy bueno. Yo tengo unos gastos fijos que son los que son y que se están incrementando a un ritmo muy importante, del 5% o 6% anual, y el gasto farmacéutico a una velocidad superior. Por tanto, yo no puedo cometer muchas frivolidades. Ahora bien, lo que sí vamos a hacer es modular la competencia interna entre hospitales públicos. El que lo haga mejor recibirá más dinero. No como ahora.

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