La regulación de la venta a pérdida provoca enfrentamientos en la UE
La propuesta de la CE de permitir la ventas a pérdida está levantando ampollas entre empresas, consumidores y Gobiernos. Entre las reacciones más airadas se encuentra la del CES europeo, que considera la decisión de permitir la venta a pérdida 'innecesaria e inoportuna'. En la actualidad, seis países de la UE permiten vender a pérdida. El enfrentamiento de opiniones sobre la medida ha llevado a la Eurocámara a celebrar mañana una sesión extraordinaria, en la que votará si sacar del reglamento de promociones el espinoso tema de este tipo de venta.
Desestabiliza el mercado, hace creer a los consumidores que los artículos carecen de valor, daña los legítimos derechos de propiedad y de marca de las empresas, distorsiona la competencia y pone en peligro la existencia de las pymes y el comercio minorista. Son sólo algunas de las razones esgrimidas por quienes se oponen a la propuesta de la Comisión Europea de introducir en el reglamento de promociones de ventas en el mercado interior la venta con pérdidas. Una práctica que la CE define como un 'descuento consistente en la venta de un producto o servicio por debajo del precio neto de facturación, incluidos los costes de transporte, seguro y otros gastos de envío y los impuestos'.
A las críticas vertidas desde diversos colectivos empresariales y de otras organizaciones como la Oficina Europea de Organizaciones de Consumidores (BEUC) se suma la del Consejo Económico y Social Europeo (CESE). Para esta entidad la medida propuesta es especialmente peligrosa para las pymes. El CESE asegura que con las ventas a pérdida 'las grandes empresas mayoristas y minoristas intentarán excluir del mercado a las pymes, que no tienen capacidad de sostener estas prácticas'.
El departamento de Mercado Interior de la CE, al frente del cual se encuentra el comisario Frits Bolkestein, argumenta que 'siempre que las ventas por debajo de coste sean transparentes, cualquier riesgo de abuso de posición dominante deberá gestionarse mediante la aplicación eficaz de las normas de competencia y no mediante prohibiciones desproporcionadas'.
Sin embargo, el CESE discrepa de este punto de vista y afirma que 'es sabido que las pymes, dado su tamaño y sus capacidades económicas, no están en condiciones de recurrir a la justicia y a las autoridades judiciales competentes para exigir la aplicación de las normas de la competencia frente a las grandes empresas'.
Sesión extraordinaria
La polémica que se ha levantado en torno a la posibilidad de que la CE permita las ventas a pérdida tanto en el sector comercial como entre consumidores y entre los propios países miembros ha llegado a tal punto que el Parlamento Europeo tiene previsto celebrar mañana martes una sesión extraordinaria. Durante la reunión, se discutirá la posibilidad de que el Parlamento vote el reglamento dejando al margen el espinoso asunto de la venta con pérdida.
Esta posibilidad, apoyada por Dinamarca (que estrena presidencia), permitirá que la CE elabore posteriormente un documento de debate que consultará con los sectores afectados.
Pero una gran parte de la industria, consumidores y defensores de la marca afirma que la venta con pérdidas distorsiona la competencia porque confunde a los consumidores haciéndoles pensar que el establecimiento que vende por debajo del coste practica un nivel bajo de precios en todos los artículos. La CE defendía la propuesta argumentando que la venta a pérdida permite a las pequeñas empresas especializadas utilizar la práctica para lanzar nuevos productos o para crear productos de marca. Una opinión de la que discrepa 'totalmente' el CESE, que considera que al existir los descuentos o rebajas en periodos de tiempo determinados, 'no se entiende la necesidad de adoptar medidas tan extremas'.
Una práctica permitida en seis países
Seis países de la UE permiten la venta a pérdida. De ellos destacan Reino Unido y Holanda, donde las promociones por debajo del coste suelen utilizarse para la promoción de determinados artículos. Aun así, un informe elaborado una veintena de asociaciones y entidades españolas que rechazan la medida afirma que una investigación llevada a cabo en octubre de 2000 por el Ministerio de Comercio en Gran Bretaña calificó la venta a pérdida como contraria al interés público. El mismo informe, firmado por agrupaciones de fabricantes como Adelma (Asociación de Empresas de Detergentes y Productos de Limpieza Mantenimiento y Afines), la Fiab (Federación de Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas) o Promarca, por ejemplo, asegura que en los países nórdicos 'no han tenido la necesidad de prohibirla, ya que en su entorno es una práctica inexistente'.
Pero los ordenamientos jurídicos de otros nueve países de la UE (Austria, Alemania, Bélgica, Francia, Italia, España, Grecia, Irlanda y Portugal) sí prohiben expresamente la venta a pérdida.
En España, la Ley de Ordenación del Comercio Minorista de 1996 prohíbe la venta con pérdidas, ya que se considera un factor de competencia desleal. PSOE y CiU advirtieron la semana pasada al Gobierno de que la propuesta de la CE 'dinamita' la ley que fue consensuada por los partidos políticos. El diputado de CiU Ignasi Guardans aseguró la semana pasada en el Congreso que la propuesta europea afecta 'gravemente' a los intereses de los minoristas.