Ligero descenso del consumo personal estadounidense en mayo.
Consumo personal: -0,1% (m). Previsión: 0,1%. Anterior: 0,6%. Renta personal: 0,3%. Previsión: 0,3%. Anterior: 0,2%.
La incertidumbre sobre la capacidad de recuperación del empleo en los próximos meses ha pesado sobre las decisiones de gasto en el mes de mayo. Así, el consumo personal se ha situado por debajo de las previsiones al caer una décima (se esperaba un repunte de una décima), lo que supone el primer descenso desde noviembre de 2001. El retroceso del gasto personal ha estado motivado por la fuerte caída en la compra de bienes duraderos (-2,4% mensual), mientras que el consumo de bienes duraderos permanece estancado en el mes. La evolución del gasto, por su parte, ha seguido dando síntomas de fortaleza al avanzar seis décimas términos mensuales. En términos interanuales, se ha moderado el ritmo de crecimiento hasta el 4% desde el 4,5% anterior. Pese a haberse situado por debajo de lo esperado, no ha sorprendido la debilidad del registro de mayo, que ya anticipaban los indicadores de ventas. En el corto plazo, los bienes duraderos pueden seguir acusando la excesiva fortaleza del último cuarto de 2001, mientras que el consumo de no duraderos también debería ralentizar su ritmo de avance tras el fuerte crecimiento acumulado en los primeros meses de 2002. Por lo tanto, no cabe esperar un elevado dinamismo de estas partidas en los próximos meses, sin embargo, el dinamismo del gasto en servicios podría compensar esta falta de impulso en el resto de partidas.
Además, la evolución de la renta personal apunta a que se podría haber tocado fondo en su ralentización, al crecer un 0,3% mensual, repuntando cuatro décimas las rentas salariales. Esto provoca una aceleración de una décima en la tasa interanual hasta el 3%. De confirmarse las perspectivas de una reactivación del mercado laboral en los próximos meses, esta medida de renta podría empezar a acelerar su crecimiento, lo que servirá de apoyo adicional al consumo en el medio plazo. Así pues, pese a seguir vigente la perspectiva de un ritmo de crecimiento del consumo estadounidense, que podríamos calificar de débil, en la parte central del año, si se confirma el mínimo en el crecimiento de la renta personal, el gasto de las familias empezaría a registrar mayores crecimientos en el medio plazo
El mayor dinamismo de la renta personal compensaría la perdida de efecto del estímulo fiscal, que quedaba reflejada en el dato de renta disponible (de hecho, el pago de obligaciones impositivas sube en términos mensuales por primera vez desde diciembre). Así, es la primera vez en lo que llevamos de 2002 que la renta disponible no crece más que la renta personal, (repunta en la misma cuantía, tres décimas, acelerándose en una décima el crecimiento interanual hasta 5,8%).
En este contexto, cobra aún más importancia la evolución del mercado laboral como determinante del consumo privado. Por lo tanto, aunque en el corto plazo el consumo privado podría registrar aún un cierto estancamiento, a medida que el mercado laboral se recupere (creemos que a partir de la segunda mitad del año) el consumo podría recuperarse. Esto nos lleva a revisar a la baja la previsión de crecimiento del consumo privado de cara al segundo trimestre en una décima hasta un 0,3% trimestral.
Todo esto, ha motivado que la tasa de ahorro repunte un tres décimas hasta el 3,1%, su máximo desde septiembre de 2001.