Correos compra Servipack al SCH por 42 millones
La operación, pendiente de la autorización del Consejo de Ministros, está valorada en 42 millones de euros. Correos pretende con ello reforzar los envíos urgentes que impulsó el pasado año tras tomar el control de Chronoexprés, del grupo francés La Poste.
Correos, a través de su filial Chronoexprés, ha cerrado la compra de la compañía de paquetería urgente Servipack, en manos hasta ahora del Santander Central Hispano (SCH). La operación, pendiente de la autorización del Consejo de Ministros, está valorada en 42 millones de euros. Correos pretende con ello reforzar los envíos urgentes que impulsó el pasado año tras tomar el control de Chronoexprés, del grupo francés La Poste.
El Santander Central Hispano (SCH) se ha desprendido del negocio de paquetería urgente, Servipack, después del intento fallido que tuvo en abril de adquirir Seur a través de su sociedad de capital riesgo, Vista Capital. La entidad financiera ha cerrado la venta de Servipack a la filial de envíos rápidos de Correos y Telégrafos, Chronoexprés, por 42 millones de euros (entre efectivo y deuda). La operación sólo está pendiente de ser aprobada por el Consejo de Ministros.
En principio, la adquisición no afectará a la plantilla de Servipack, aunque, según fuentes del sector, 'podría haber cambios en la dirección de la empresa e incluso reducción de personal'.
Con la compra, Correos pretende reforzar su negocio de paquetería urgente, donde todavía no tiene cuota de mercado suficiente. Recientemente la sociedad estatal anunció su intención de lograr una cuota del 12% en esa actividad en el plazo de cuatro años a través de adquisiciones.
La compañía presidida por Alberto Núñez-Feijoo apostó por esta actividad desde que tomara el control de Chronoexprés (donde participaba con la francesa La Poste) el año pasado. Entonces compró el 75% que estaba en manos de la francesa a fin de entrar de lleno en la paquetería urgente.
También se hacía con el control de su consejo de administración y nombraba a Héctor Lumbreras como director general. El pasado año ingresó 63 millones de euros por sus servicios de paquetería exprés.
Por su parte, Servipack fue adquirida por Vista Capital en 2000, cuando facturaba cerca de 80 millones de euros. En la actualidad, Servipack emplea a más de 1.000 personas y obtiene una facturación de 85 millones de euros. Sin embargo, fuentes del sector cifran las pérdidas de la compañía en ocho millones de euros.
Negociaciones
las conversaciones con Servipack comenzaron poco después de que el SCH, a través de su sociedad de capital riesgo, rompiera por diferencias en el precio el acuerdo de intenciones que había suscrito para comprar la compañía de transporte urgente en abril. Las intenciones de SCH de desinvertir en este sector se fraguaron una vez frustradas las negociaciones con Seur, según fuentes del sector. Correos ha mantenido en estos últimos meses conversaciones con otras compañías del sector como Transportes Frías y Transportes Ochoa. Con esta última no llegó a ningún acuerdo por discrepancias en el precio.
Uno de los objetivos de Correos es continuar con sus planes de diversificación incluidos en el plan estratégico. Además de potenciar la paquetería, tiene intenciones de crear nuevas divisiones de comercio electrónico y filatelia.
Recientemente ha aprobado la división de su negocio en tres áreas diferenciadas que contarán con un sistema de gestión autónomo: el correo tradicional, donde trabajan 52.000 personas; las oficinas de atención al cliente, con 10.000 empleados, y la paquetería exprés, con 1.600.
Correos ganó 25,9 millones de euros el año pasado, diez veces más que en 2000.
El Santander Central Hispano (SCH) se ha desprendido del negocio de paquetería urgente, Servipack, después del intento fallido que tuvo en abril de adquirir Seur a través de su sociedad de capital riesgo, Vista Capital. La entidad financiera ha cerrado la venta de Servipack a la filial de envíos rápidos de Correos y Telégrafos, Chronoexprés, por 42 millones de euros (entre efectivo y deuda). La operación sólo está pendiente de ser aprobada por el Consejo de Ministros.
En principio, la adquisición no afectará a la plantilla de Servipack, aunque, según fuentes del sector, 'podría haber cambios en la dirección de la empresa e incluso reducción de personal'.
Con la compra, Correos pretende reforzar su negocio de paquetería urgente, donde todavía no tiene cuota de mercado suficiente. Recientemente la sociedad estatal anunció su intención de lograr una cuota del 12% en esa actividad en el plazo de cuatro años a través de adquisiciones.
La compañía presidida por Alberto Núñez-Feijoo apostó por esta actividad desde que tomara el control de Chronoexprés (donde participaba con la francesa La Poste) el año pasado. Entonces compró el 75% que estaba en manos de la francesa a fin de entrar de lleno en la paquetería urgente.
También se hacía con el control de su consejo de administración y nombraba a Héctor Lumbreras como director general. El pasado año ingresó 63 millones de euros por sus servicios de paquetería exprés.
Por su parte, Servipack fue adquirida por Vista Capital en 2000, cuando facturaba cerca de 80 millones de euros. En la actualidad, Servipack emplea a más de 1.000 personas y obtiene una facturación de 85 millones de euros. Sin embargo, fuentes del sector cifran las pérdidas de la compañía en ocho millones de euros.
Negociaciones
las conversaciones con Servipack comenzaron poco después de que el SCH, a través de su sociedad de capital riesgo, rompiera por diferencias en el precio el acuerdo de intenciones que había suscrito para comprar la compañía de transporte urgente en abril. Las intenciones de SCH de desinvertir en este sector se fraguaron una vez frustradas las negociaciones con Seur, según fuentes del sector. Correos ha mantenido en estos últimos meses conversaciones con otras compañías del sector como Transportes Frías y Transportes Ochoa. Con esta última no llegó a ningún acuerdo por discrepancias en el precio.
Uno de los objetivos de Correos es continuar con sus planes de diversificación incluidos en el plan estratégico. Además de potenciar la paquetería, tiene intenciones de crear nuevas divisiones de comercio electrónico y filatelia.
Recientemente ha aprobado la división de su negocio en tres áreas diferenciadas que contarán con un sistema de gestión autónomo: el correo tradicional, donde trabajan 52.000 personas; las oficinas de atención al cliente, con 10.000 empleados, y la paquetería exprés, con 1.600.
Correos ganó 25,9 millones de euros el año pasado, diez veces más que en 2000.