La confianza de los estadounidenses se deteriora por la incertidumbre laboral
El índice elaborado por el Conference Board, una institución privada de investigación económica mediante 5.000 entrevistas, enfatiza la importancia del mercado laboral, por encima de otras variables como la marcha de los mercados. Por ello, la primera reflexión de los economistas es que los ciudadanos están expresando sus preocupaciones por la rotación de lo que en otros tiempos se ha considerado un ágil mercado de trabajo. El 23,1% de los entrevistados considera que es mucho más difícil ahora conseguir un trabajo y este porcentaje es el mayor registrado por el Conference Board desde junio de 1996.
A falta de que se hagan públicos los datos sobre el paro, las últimas cifras mostraron un modesto descenso, para quedar en el 5,8%, pero con una contratación insuficiente como para que las cifras de paro dejen de crecer. Para que esto ocurra se deben contratar unas 150.000 personas al mes y el pasado sólo 41.000 encontraron un nuevo empleo y en la mayoría de los casos precario.
Según esta institución, es posible que la cifra de desempleo vuelva al 6% y suba desde allí. Así las cosas, y de forma muy discreta, los planes de compra de los estadounidenses comienzan a dar síntomas de agotamiento en algunos sectores: un 0,3% de caída en la intención de comprar un coche, el mismo porcentaje que ha decidido no hacer planes para vacaciones y comprar casa.
Pese a este último dato, el mercado de la vivienda se mantiene fuerte gracias a los bajos tipos de interés que todo los economistas apuestan que se quedará en el 1,75% tras la reunión de la Reserva Federal que acaba hoy. Las ventas de casas cayeron un 0,3% respecto al mes anterior pero se mantienen a un fuerte ritmo.
Y mientras los estadounidenses se preocupan por sus perspectivas financieras, las públicas están preocupando en la Casa Blanca. En los próximos días el Congreso debe aprobar un aumento de la capacidad del Estado para endeudarse. El propio presidente George Bush solicitó ayer el apoyo para esta propuesta después de que el domingo el secretario del Tesoro, Paul O'Neill, asegurara que si el Gobierno no podía conseguir más préstamos sería imposible hacer frente a algunos pagos. El viernes el Tesoro debe afrontar pagos por 69.010 millones de euros.
La solicitud de Bush es para los demócratas una victoria sobre las tesis de los republicanos, que no dejan de abogar por los recortes de impuestos. Bush recortó el año pasado éstos y los demócratas consideran que ha sido una medida muy cara.