Sáenz rectifica y asegura que no hay un plazo para abandonar Argentina
El consejero delegado del Santander Central Hispano, Alfredo Sáenz, rectificó ayer su última declaración sobre la situación en Argentina de hace dos meses y afirmó en la junta de accionistas que 'no hemos puesto plazo a nuestra permanencia' en este país. En abril señaló que a la filial argentina, el Banco Río de la Plata, le quedaban tres meses de liquidez, hasta julio.
Sáenz recibió entonces fuertes críticas del Gobierno argentino. Ayer optó por recalcar el respaldo del SCH a las medidas del Gobierno argentino que 'contribuyan a la viabilidad del sistema financiero'. Insistió en que 'hasta ahora hemos demostrado nuestro apoyo' y 'nos gustaría seguir trabajando con Banco Río por el desarrollo de Argentina'.
El también vicepresidente segundo de la entidad recalcó que el riesgo en el país suramericano (tanto del grupo como frente a terceros) está totalmente cubierto, ya que están provisionados tanto el capital como el fondo de comercio generado. La entidad creó un fondo especial de 1.287 millones de euros dotado en 2001, del que no se ha liberado ninguna cantidad, y otros 380 millones de euros se cargaron en el primer trimestre contra reservas. El efecto de la crisis en los resultados 'está neutralizado'.
También quiso disipar dudas sobre la incierta situación económica y política de Brasil, donde la entidad financiera posee el 98,3% del tercer banco privado del país, Banespa, lo que le supuso una inversión de 5.385 millones en noviembre de 2000. Sáenz señaló que 'los fundamentos fiscales y monetarios' de la economía de este país y 'la capacidad demostrada por sus autoridades terminarán por devolver la calma a los mercados'.
Además expresó su confianza en que se corrijan los 'desequilibrios presupuestarios' de esta economía. La acción cayó ayer en Bolsa un 6,37%, precisamente por su presencia en Brasil.
Participadas favoritas
Sáenz habló también del papel de la entidad en Europa. Sáenz descartó la participación 'inmediata' del banco en una operación de concentración en este ámbito. Las dificultades políticas, culturales, legislativas y de estructura de competencia hacen que las posibilidades de éxito no sean claras.
Su actual línea de actuación para crecer en Europa es buscar nichos de mercado, como lo está haciendo en Alemania, con la banca al consumo, tras adquirir la financiera de autos AKB, o en Italia.
Emilio Botín alabó encarecidamente la alianza con el Royal Bank of Scotland.
En cuanto a las recientes desinversiones en la constructora Dragados, la inmobiliaria Vallehermoso y la filial latinoamericana por Internet Patagon América (que le ha producido una minusvalía de 700 millones), Sáenz rechazó que supongan un cambio de estrategia. 'Estamos donde queremos estar', y citó como participadas favoritas a Unión Fenosa y Cepsa. Pero condicionó su permanencia como accionistas a que sigan 'optimizando el uso de nuestro capital'.
La reducción de costes fue uno de los puntos que Sáenz destacó como prioridad en la estrategia del grupo. A ello contribuirá la adopción de la plataforma tecnológica de Banesto. La mejora de las tecnologías para aumentar la eficiencia es clave dentro del plan de futuro, junto con el aumento de los ingresos.
Con el fin de lograr el máximo rendimiento, la entidad potenciará la venta cruzada de productos, entre otras iniciativas.
En lo que respecta al beneficio de este año, se mantiene la previsión de un aumento del 10%.
En el turno de intervención de los accionistas, Argentina fue tema principal. Doce titulares de acciones tomaron la palabra. Uno de ellos, Carlos Wieter, abogado argentino y representante de 350 clientes del Banco Río, señaló que sus representados 'han sido arrojados a la pobreza' al no poder disponer de sus depósitos por culpa del corralito.
'Vengo a proponer un negocio', dijo a Emilio Botín: que la filial del SCH devuelva los depósitos a sus clientes y se quede con los bonos canjeables en 10 años para recuperar la confianza de los ahorradores y poder captar 'parte de los 30.000 millones de dólares que los argentinos esconden en cajas de seguridad y bajo sus colchones'. Botín rechazó el 'negocio' y resaltó que el abogado mantiene un pleito con el banco.
'Obras de caridad'
Botín impuso orden en cuatro intervenciones que calentaron el tono de la junta. La ya habitual del ex consejero de Banesto Rafael Pérez Escolar, acusado por estafa, se desarrolló de forma tormentosa.
Algunos intervinientes, que ensalzaron la gestión del banco, se opusieron a devolver los depósitos en Argentina porque el Santander 'no hace obras de caridad'. Los accionistas rechazaron mayoritariamente actuaciones contra el consejo y Alfredo Sáenz, como propusieron varios titulares de acciones descontentos.