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Fondos

La mejora de rentabilidades se limita a la renta fija

A falta de la más mínima satisfacción en la renta variable, los fondos de renta fija se están encargando de aportar algunas ganancias, aunque sean cortas, debido al retraso con el que se están gestando las subidas de los tipos de interés. A falta de la más mínima satisfacción en la renta variable, los fondos de renta fija se están encargando de aportar algunas ganancias, aunque sean cortas, debido al retraso con el que se están gestando las subidas de los tipos de interés.

Los fondos de renta fija, en especial los de largo plazo, han reforzado durante la pasada semana su papel defensivo. Con una subida durante esta semana pasada del 0,2%, apoyada en unos tipos de interés a largo plazo que se han situado en la zona euro generalmente por debajo del 5%, estos fondos se han convertido en el único consuelo del que los inversores pueden disponer en estos momentos para contrarrestar el deterioro de su ahorro.

Los argumentos en favor de la renta fija no eran muy sólidos a principios de este año porque se suponía que los tipos de interés oficiales ya no iban a bajar más, sino a subir. Pero el alargamiento del bache económico y el miedo que tienen las autoridades económicas a provocar un deterioro en las expectativas económicas han frenado las subidas de tipos de interés.

Como consecuencia de ello, los tipos a largo plazo han ido cayendo en las últimas semanas hacia la zona de mínimos y, en paralelo, las valoraciones de la renta fija han alcanzado sus mejores niveles del presente año, lo que ha beneficiado a los fondos de inversión.

Este panorama puede cambiar, pero de momento es el que marca la pauta. La reacción de la economía, cuando se convierta en un hecho creíble, se llevará por delante las favorables rentabilidades en la renta fija y reforzará las expectativas de los fondos de renta variable. Pero de momento este escenario parece pospuesto hasta la presentación de los resultados de las empresas correspondientes al segundo trimestre del año.

En la renta variable, el escenario es entre tanto bastante caótico, aunque no exento de las oportunidades propias de unos mercados de acciones en los que pueden empezar a calibrarse las oportunidades de tomar posiciones debido a los bajos precios de las compañías cotizadas.

Durante la semana pasada, los fondos que actúan en los mercados de renta variable han retrocedido de forma generalizada, rompiendo las cotizaciones bursátiles todas las resistencias. La pérdida media a lo largo de la semana ha sido cercana al 3% en los diversos grupos de fondos de inversión que se mueven en la renta variable, de forma que ya acumulan en lo que va de año unas pérdidas bastante cuantiosas.

En el caso de los fondos que invierten en la Bolsa española, la caída ronda ya de promedio el 15%, el nivel más elevado del presente año y que contrasta con el de los dos últimos ejercicios, también malos para las Bolsas pero no tan negativos desde el punto de vista de las pérdidas.

En el grupo de fondos que invierten en la Bolsa española, al igual que en aquellos que actúan en el mercado de renta variable de la zona euro, los fondos que han logrado eludir las pérdidas lo han conseguido mediante una estrategia de inversión orientada hacia compañías de tipo defensivo (inmobiliarias por ejemplo) o hacia empresas de tamaño medio y pequeño, cuya vulnerabilidad ante la crisis internacional o ante problemas como los que afectan a las grandes empresas en Latinoamérica es bastante menor. El grupo de fondos que logra rentabilizar el año en estas condiciones es bastante reducido.

Los fondos de renta fija, en especial los de largo plazo, han reforzado durante la pasada semana su papel defensivo. Con una subida durante esta semana pasada del 0,2%, apoyada en unos tipos de interés a largo plazo que se han situado en la zona euro generalmente por debajo del 5%, estos fondos se han convertido en el único consuelo del que los inversores pueden disponer en estos momentos para contrarrestar el deterioro de su ahorro.

Los argumentos en favor de la renta fija no eran muy sólidos a principios de este año porque se suponía que los tipos de interés oficiales ya no iban a bajar más, sino a subir. Pero el alargamiento del bache económico y el miedo que tienen las autoridades económicas a provocar un deterioro en las expectativas económicas han frenado las subidas de tipos de interés.

Como consecuencia de ello, los tipos a largo plazo han ido cayendo en las últimas semanas hacia la zona de mínimos y, en paralelo, las valoraciones de la renta fija han alcanzado sus mejores niveles del presente año, lo que ha beneficiado a los fondos de inversión.

Este panorama puede cambiar, pero de momento es el que marca la pauta. La reacción de la economía, cuando se convierta en un hecho creíble, se llevará por delante las favorables rentabilidades en la renta fija y reforzará las expectativas de los fondos de renta variable. Pero de momento este escenario parece pospuesto hasta la presentación de los resultados de las empresas correspondientes al segundo trimestre del año.

En la renta variable, el escenario es entre tanto bastante caótico, aunque no exento de las oportunidades propias de unos mercados de acciones en los que pueden empezar a calibrarse las oportunidades de tomar posiciones debido a los bajos precios de las compañías cotizadas.

Durante la semana pasada, los fondos que actúan en los mercados de renta variable han retrocedido de forma generalizada, rompiendo las cotizaciones bursátiles todas las resistencias. La pérdida media a lo largo de la semana ha sido cercana al 3% en los diversos grupos de fondos de inversión que se mueven en la renta variable, de forma que ya acumulan en lo que va de año unas pérdidas bastante cuantiosas.

En el caso de los fondos que invierten en la Bolsa española, la caída ronda ya de promedio el 15%, el nivel más elevado del presente año y que contrasta con el de los dos últimos ejercicios, también malos para las Bolsas pero no tan negativos desde el punto de vista de las pérdidas.

En el grupo de fondos que invierten en la Bolsa española, al igual que en aquellos que actúan en el mercado de renta variable de la zona euro, los fondos que han logrado eludir las pérdidas lo han conseguido mediante una estrategia de inversión orientada hacia compañías de tipo defensivo (inmobiliarias por ejemplo) o hacia empresas de tamaño medio y pequeño, cuya vulnerabilidad ante la crisis internacional o ante problemas como los que afectan a las grandes empresas en Latinoamérica es bastante menor. El grupo de fondos que logra rentabilizar el año en estas condiciones es bastante reducido.

La escalada del euro no se detiene

 

La escalada alcista del euro frente al dólar no se detiene. El dólar sigue cayendo, pero no sólo frente al euro, también frente a otras divisas, lo que pone de relieve que el problema es más de debilidad de la divisa americana que de fortaleza del resto. Hay algunos problemas que acucian a la economía americana a corto plazo, como el galopante déficit exterior, conocido estos días y que ha encendido las alarmas en algunos ambientes.

 

 

 

 

 

 

 

El derrumbamiento de la divisa americana (presenta en un 20% en las carteras de los fondos de inversión españoles) se refleja de forma más llamativa en los fondos de renta fija internacional, cuyas pérdidas han aumentado la semana pasada. Estos fondos pierden ya más de un 1% de su valor desde principios de año. El dólar está ya un 7,6% por debajo del euro en relación a enero.

 

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