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Consejo europeo

Bruselas promete más control bursátil para calmar a los inversores

Los líderes europeos reconocieron en su cita de Sevilla, que concluyó el sábado, 'la importancia que ha adquirido', después de los recientes escándalos financieros, 'el buen gobierno de las empresas, sobre todo las que cotizan en los mercados bursátiles'. La sombra de la quiebra del gigante energético estadounidense Enron sigue dominando la agenda de trabajo de la UE en el capítulo financiero.

El Consejo Europeo pidió formalmente a sus ministros de Economía 'propuestas específicas, lo antes posible' para consensuar unas normas comunes sobre prácticas aceptables en cuanto a la gestión empresarial. Los ministros deberán prestar especial atención a las normas sobre auditoras, la función de los directores no ejecutivos y la de los consejos de administración.

La UE considera que la pertinaz incertidumbre bursátil de los últimos meses obedece en gran parte a la inquietud de los inversores ante las señales equívocas de algunas grandes empresas. Junto a la quiebra de Enron o la del grupo de telecomunicaciones Global Crossing, los mercados han debido encajar recientemente sucesivos escándalos contables, fiscales (Tyco) o relacionados con los derechos de los directivos (BBV o Ericsson).

La desconfianza se extiende también hacia las valoraciones y recomendaciones de los analistas o a las estrechas relaciones que algunas firmas auditoras mantienen con sus clientes.

Los Quince ya reaccionaron en la cumbre de Barcelona, encomendando a un grupo de expertos en la ley de sociedades, presidido por el holandés Jaap Winter, la elaboración de un informe sobre las prácticas de gestión que imperan en cada país de la UE. Winter, asesor legal de Unilever, adelantó el 4 de junio a los ministros de Economía una primera valoración preliminar por parte del grupo. El informe se decanta por respetar las tradiciones legales de cada país en el terreno mercantil, pero asegurando que los principios inspiradores son comunes. Winter y su grupo descartan la elaboración de un código de conducta europeo.

Auditoras

Los ministros de Economía y Finanzas deberán ahora analizar el informe definitivo del holandés, para presentar soluciones específicas para cada uno de los problemas planteados.

La Comisión Europea ha aprobado recientemente una recomendación (texto legal no vinculante) sobre las normas de conducta que deben observar los auditores en su relación con los clientes. Las normas fijan en siete años el plazo máximo que un cliente pude ser auditado por el mismo socio de la auditora. Bruselas descarta, sin embargo, que se pueda obligar a los clientes a cambiar de auditora tras un determinado número de años.

La Comisión también defiende una transparencia absoluta en las tarifas de las auditoras, sobre todo cuando su oferta incluya trabajos como los de asesoría.

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