Altran y las prácticas contables
Altran ha echado mano en 2001 del factoring o descuento de facturas de clientes, a pesar de haber anunciado que no lo usaría. Consiste en remunerar una empresa para que lleve los créditos frente a algunos clientes y obtener de este modo la generación de efectivo (cash flow) correspondiente de una manera rápida (deducido el coste de la prestación). De este modo, ya no mantiene el riesgo de cobertura del crédito. Contablemente, este método permite reducir la necesidad de fondo de maniobra y mejorar la tesorería.
La recuperación de esta práctica y el descuento de los efectos de algunas filiales en las cuentas de 2001 conducen a una revisión a la baja del fondo de maniobra y flujo de tesorería disponible negativo. No obstante, la tendencia es positiva (mejora significativa de la tesorería cada año) y la firma podrá presentar fondo de maniobra positivo.
La empresa seguramente tenga razones para recurrir a este método (reducción del tiempo de pago de los créditos, capacidad de préstamo a mejor tipo de interés gracias a unos mejores ratios...), pero ha cometido un error al no comunicarlo a tiempo. Además, el entorno bursátil es catastrófico debido a la desconfianza de los inversores por el compromiso fuera de balance y las extrañas prácticas contables. Una vez mejore la confianza, el valor se podría beneficiar de las expectativas por su débil valoración actual.