Las sanciones de la UE dividen a los arroceros
Los productores de arroz de La Albufera de Valencia y del delta del Ebro en Tarragona, las dos zonas históricas de cultivo en España, han unido sus fuerzas para lograr que la Unión Europea reconozca su diferencia sobre el resto de zonas arroceras de España.
No se trata de lograr una denominación de origen, algo que ya tienen tanto valencianos como catalanes, sino de lograr que las penalizaciones que se aplican a España por exceso de producción lo sean sólo a aquellas zonas en las que se están aumentando las hectáreas de cultivo: Andalucía, Extremadura y Aragón. En España se producen 130.000 toneladas al año
Los hechos se remontan a 1995, cuando se aprobó la nueva normativa europea, la OCM del Arroz, que rebajó el precio de intervención (aquel que fija el Gobierno cuando compra arroz). Para paliar esta posible pérdida de renta para los productores se estableció una serie de ayudas que ascienden a 334,33 euros por hectárea, con un límite máximo de 104.973 hectáreas. En caso de que se sobrepasen, hay una penalización.
En este periodo, el panorama del arroz en España ha cambiado mucho. En 1995 había en España 54.000 hectáreas de arrozales, frente a las 113.400 que existen en la actualidad. Andalucía cuenta con unas 36.000 hectáreas -curiosamente buena parte de ellas en manos de valencianos-; Extremadura, unas 28.000, y Aragón, sobre 15.000.
Límites de la UE
Estos nuevos cultivos suponen un 8,6% más del límite marcado por la Unión Europea. Eso significa que las ayudas se recortan como penalización por la sobreproducción: en lugar de 334,33 euros, a cada hectárea le tocan 185,44. En total este año, el sector español del arroz ha dejado de percibir 5,45 millones de euros. Aquí es donde llega la polémica. 'El aumento de producción se ha producido fuera de La Albufera y del delta del Ebro, ya que en ambos casos estamos en un parque natural en el que es imposible, por ley, aumentar las zonas de cultivo; sin embargo, las penalizaciones las pagamos todos', explica Alberto Alba, técnico de la sectorial del arroz de la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-Asaja).
Alba señala que, de hecho, en Valencia la zona no sólo no ha crecido, sino que incluso se ha reducido pasando de 15.571 hectáreas en 1995 a 14.105. Cataluña ha pasado de 22.525 a 20.741 hectáreas.
'Esta situación la sufrimos sólo nosotros', señala el presidente de la Indicación Geográfica Protegida (IGP) Arròs del Delta de l'Ebre, Francesc Reverter. 'Mientras nosotros no podemos ni aumentar la zona de cultivo ni tan sólo producir otra cosa por la normativa del parque natural, en otras zonas de España se han lanzado a cambiar la producción de algunos cereales por arroz, atraídos por las subvenciones, convirtiéndose en un cultivo refugio, lo que ha provocado esta situación de sobreproducción que nos perjudica gravemente', señala Reverter.
En otros países de la Unión Europea, como Francia y Grecia, se optó por diferenciar las zonas históricas de producción de arroz de las nuevas plantaciones, de manera que las penalizaciones no afectan a las producciones que desde largo tiempo mantienen sus hectáreas. Esa es la línea que quieren seguir los productores valencianos y catalanes -la regionalización de las ayudas europeas-, desmarcándose del resto de zonas productoras.
Esta tesis de creación de una subzona la defenderán los consejeros de Agricultura tanto de la Generalitat Valenciana, María Ángeles Ramón-Llin, como de la de Cataluña, Josep Grau, en la próxima conferencia sectorial, según el acuerdo que alcanzaron los dos responsables autonómicos en una reunión celebrada el pasado lunes. Sin embargo, esta reivindicación la llevan arrastrando varios años los productores sin haber logrado respuesta.
El arroz cultivado en La Albufera lo comercializan las siete empresas asociadas a la denominación de origen Arroz de Valencia, entre ellas Dacsa o La Fallera, mientras que en la IGP Arròs del Delta de l'Ebre, son las seis cooperativas que la integran las que distribuyen el producto con sus propias marcas.