Sommer y siete ejecutivos renuncian a sus sobresueldos en Deutsche Telekom
La cúpula ejecutiva de Deutsche Telekom ha decidido hacer un gesto al mercado. El presidente, Ron Sommer, y siete directivos de la empresa anunciaron ayer que renunciarán a los 1,7 millones de opciones sobre acciones que les correspondían en el plan de sobresueldos previsto para 2002. Además, la remuneración ligada a la cotización de 3.000 mandos medios se reducirá a la mitad.
El ex monopolio europeo pretende así volver a obtener el favor del mercado, muy crítico con la gestión de la empresa y, sobre todo, con su presidente. Más de tres millones de alemanes accionistas de Deutsche Telekom han sufrido pérdidas en la cotización de éstas del 89,95% desde sus máximos alcanzados en marzo de 2000, y la compañía registró el ejercicio pasado números rojos por vez primera en su historia. La semana pasada, de hecho, los títulos de la compañía traspasaron el nivel psicológico de los 10 euros, con una caída acumulada en el año que supera el 46%.
La gota que ha colmado el vaso de la paciencia de los inversores ha sido el conocimiento de que el consejo de administración se subió el sueldo un 89%, hasta 17,4 millones de euros, el año pasado, el mismo en que vio los primeros números rojos de la empresa y en el que se anunció el plan para despedir a 30.000 trabajadores en tres años. Esta indignación ha obligado a moverse al equipo directivo en la dirección de renunciar a los sobresueldos.
Aunque quizá la decisión de los directivos de DT ha sido tomada por la declaración realizada el martes por el candidato conservador Edmund Stoiber. æpermil;ste afirmó que estaba disgustado por la insistencia de algunos directivos que ganan millones de euros en reclamar a los trabajadores que se aprieten el cinturón. ¢Esto no encaja en nuestra sociedad¢, subrayó Stoiber. El Estado controla el 43% del capital de la operadora.
Sommer y sus ejecutivos siguen los pasos de otros directivos como Marjorie Scardino, del grupo británico Pearson, y de Gerard Kleisterlee, del holandés Royal Philips Electronics, que han renunciado a sus sobresueldos ante los malos resultados de sus empresas. Otras compañías como Motorola o Alcatel han recortado la compensación de sus respectivos responsables. Los analistas han recibido con agrado estos movimientos, ante la cada vez mayor brecha que existe entre las pérdidas de los accionistas y las ganancias de los ejecutivos.
La compañía que se encuentra ahora en el punto de mira de las críticas por los multimillonarios sueldos de los directivos, directamente proporcionales a la ruina de los inversores, es Vodafone, la líder mundial en telefonía móvil.
Varios de los mayores accionistas de la compañía han exigido al consejo que restrinja la utilización de las opciones sobre acciones en los planes de remuneración.
La compañía ha informado a la agencia Reuters que el nuevo plan será presentado esta semana en la memoria que publicará la compañía. ¢Hemos modificado completamente los planes de remuneración, y para ello hemos consultado ampliamente con los accionistas¢, afirmó el portavoz de Vodafone a la agencia de prensa.
El consejero delegado Chris Gent quiso cobrar en su tiempo 15 millones de euros por conseguir la fusión con Mannesmann.