La crisis del sector vinícola fuerza a nueve bodegas a buscar comprador
En una clara emulación de las consecuencias del pinchazo de la burbuja generada en todo el mundo al albur del desarrollo tecnológico y de la generalización de Internet, el mundo del vino en España se encuentra inmerso en una crisis de crecimiento y de expectativas fallidas.
Según los analistas del sector, en la actualidad en las Denominaciones de Origen Rioja y Ribera del Duero, dos de las más pujantes en términos de calidad en España, hay al menos nueve bodegas con el cartel de se vende en la puerta.
Aunque sólo el proceso de venta de la bodega riojana Lan ha transcendido públicamente, hay al menos otras ocho compañías buscando comprador.
Pero todas ellas tienen el mismo patrón de evolución. La subida de precios del vino de calidad en los años noventa provocó que no pocas empresas decidieran entrar en políticas agresivas de plantación de nuevos viñedos y en la compra de materia prima a precios desorbitados, financiando buena parte de la expansión con crecientes recursos ajenos.
'Muchos, alejados de un criterio de sana prudencia, pensaban que la ola iba a permanecer mucho tiempo. Por desgracia, se equivocaron radicalmente', asegura un alto directivo de una empresa líder del sector.
'La crisis actual hay que entenderla también bajo la perspectiva de que el sector del vino es un negocio muy tutelado, cuando no intervenido por la política de determinadas comunidades autónomas de promover pequeñas bodegas, con un halo de presunta alta calidad, para hacer frente a los grandes grupos', explica.
Infracapitalizadas
'El resultado es un numerosísimo grupo de sociedades infracapitalizadas, con un escaso nivel de análisis del largo plazo, y que se desploman desde el punto de vista financiero y comercial en cuanto el mercado cambia de orientación', señalan los expertos. 'Es evidente que hay muchas empresas en venta. Nadie que conozca el sector del vino en España lo puede negar', explica otro analista del sector. 'Pero hay tanta empresa de nueva creación operando, que desaparezcan las que desaparezcan, todavía estaremos lejos de una definitiva consolidación del sector del vino en España'.
Otro de los grandes males que soporta la industria desde hace unos años es que 'a pesar de que seguimos pensando que tenemos imagen en el exterior, lo cierto es que nuestro de vino de calidad tiene, en general, una severa carencia de reconocimiento internacional', explican.
Según la opinión de los expertos consultados, el valor se genera en la comercialización y no en la producción y 'actualmente la inversión en promoción tanto interior como exterior de las bodegas es cero'. El resultado es que hay muchos empresarios esperando a encontrar un comprador y pocos grupos se muestran dispuestos a comprar a la espera de que las valoraciones sigan bajando.
Precio hundido
En paralelo, el precio al consumidor se ha hundido y la demanda ha comenzado a despertarse.
La entrada de vinos de calidad chilenos y austriacos y la necesidad acuciante de las pequeñas y medianas empresas de generar ingresos para atender las obligaciones de la deuda han conducido a una rebaja significativa de los precios que no hace sino alimentar la crisis. 'Estamos', asegura un empresario, 'en medio de una guerra de precios brutal, en la que vamos a perder hasta los dientes'.