Programas que no cuestan nada
Internet está llena de sitios que ofrecen gratis todo tipo de aplicaciones empresariales
El 57% de los internautas descarga software de la Red sin pagar un euro, según la Business Software Alliance (BSA), la asociación internacional que lucha contra la piratería de programas informáticos. Pero no todo el que se descarga un programa de la Red está atentando contra los derechos de propiedad intelectual. Internet está lleno de aplicaciones, juegos y actualizaciones que están a disposición de cualquier usuario, sin que copiarlo suponga un gasto y mucho menos un delito.
Siempre han existido programas gratuitos que se distribuían en soporte CD en tiendas o junto con revistas, pero a raíz de la popularización de Internet, que es un vía rápida, cómoda y barata de distribución de todo tipo de programas, el software gratuito se transformó en toda una industria. La batalla entre Explorer y Navigator, que se distribuían a través de Internet, fue el fenómeno que dio a conocer al gran público el sistema de descargas de software. Hoy se pueden encontrar todo tipo de juegos, calculadores, traductores, sistemas para el intercambio de archivos musicales MP3, sistemas de mensajería instantánea, actualizaciones, salvapantallas y todo tipo de complementos. Pero lo que sorprende realmente es que se encuentran todo tipo de aplicaciones empresariales, desde terminales de punto de venta hasta sistemas de contabilidad o soluciones específicas para bares, peluquerías o talleres.
'Muchas empresas empiezan a regalar sus programas porque en ese momento su prioridad es la de captar mercado, pero a la larga sacan versiones de pago', explica Tomás Diago, director Softonic, la primera web de España en materia informática, según la clasificación de Netvalue, que cuenta con una oferta de 15.000 programas. Así, muchos de los programas, especialmente los que están orientados al mundo empresarial, tienen una versión gratuita de evaluación que acaba necesitando el pago de una licencia o, de lo contrario, el programa deja de funcionar. Otras aplicaciones gratuitas simplemente muestran una parte limitada de sus funcionalidades, que solamente se puede completar pasando por caja.
Todos estos programas detallan ampliamente en qué momento o situación es necesaria una licencia en su apartado de condiciones de uso. Pero, aunque se acabe pagando una cuota, los precios siempre son muy inferiores a los de las aplicaciones que venden en cajas. Un sistema de contabilidad y gestión se puede encontrar en Internet por unos 150 euros, mientras que un programa similar en una tienda cuesta en torno a los 1.200 euros.
La mayoría del software gratuito es o bien una alternativa a los sistemas de Windows, que controla el 90% del mercado de los programas de ordenador, o bien son funciones que el sistema de Microsoft no contempla. WinZip, el popular programa de compresión de archivos, supo encontrar y aprovechar ese hueco de mercado e ilustra uno de los mejores ejemplos de estos programas de descarga vía Internet.
La otra gran oportunidad de ahorro a la hora de comprar software la proporcionan los sistemas de código abierto dentro de los que destaca Linux. Estos sistemas suelen ser de distribución gratuita y sólo se paga por el soporte o las adaptaciones que se encarguen a una empresa externa.
En España la principal iniciativa en este terreno ha corrido a cargo de la Junta de Extremadura, que el pasado mes de abril presentó Linex. Cualquiera puede descargarse gratuitamente el sistema, que incluye un procesador de texto, un generador de páginas web, un editor de imágenes y una hoja de cálculo entre otras aplicaciones desde www.linex.org. En principio este programa va orientado a las universidades y Administraciones, pero encaja perfectamente con las necesidades de las pymes.
'Las pymes pueden beneficiarse de un importante ahorro de costes. Linex se instala con dos clics de ratón y cualquier actualización es gratuita, por lo que la empresa no tiene que estar reinvirtiendo dinero cada dos años para seguir el ritmo de las actualizaciones impuesto por Microsoft', comenta José María Olmo, presidente ejecutivo de Andago, uno de los principales implantadores de sistemas Linux de España. Olmo insiste en que muchas pymes están usando Linux en el lado del servidor, pero que aún son pocas las que empiezan a incorporar programas libres en sus PC. Muchas de las aplicaciones gratuitas que se publican en las webs especializadas en descargas son programas de código abierto. Entre los más populares está OpenOffice, una réplica del paquete de ofimática de Microsoft o Gimp, un sistema alternativo al Photoshop para el tratamiento de imágenes.
Diferencias entre 'software' gratis, casi gratis y libre
Existen distintas modalidades de programas que se denominan gratuitas, aunque no siempre gratis significa lo mismo. Según se trate de una gratuidad total o temporal o de un programa de código abierto, se utilizarán distintos términos.
Freeware: este término se aplica a programas, actualizaciones que son totalmente gratuitas. Normalmente se trata de pequeños juegos o calculadoras, agendas o actualizaciones. Un caso tipo de freeware son el programa para intercambio de canciones, los navegadores o los programas de mensajería instantánea.
Shareware: estos son programas que terminan siendo de pago, aunque la versión inicial se descarga de forma gratuita para su evaluación. Normalmente al cabo de 30 días la aplicación se bloquea, aunque algunos se limitan a interponer insistentes mensajes cuando se acaba el plazo de uso gratuito para recordar al usuario que debe pagar una pequeña licencia, como es el caso de WinZip. A pesar de que se paguen, los programas de shareware resultan siempre más económicos que las versiones comerciales.
Software libre: este concepto se aplica a los programas de código abierto como Linux. Aunque suelen ser gratuitos, su principal característica es que no llevan cifrado las líneas de código que componen el programa, por lo que pueden ser modificadas a voluntad por el usuario, sin depender del fabricante.