La huelga obtiene un seguimiento desigual en el País Vasco y Navarra
ELA, LAB y otros sindicatos nacionalistas celebraron esta jornada de huelga, en la que se han registrado escasos incidentes, en contra de la reforma del desempleo, un día antes de la convocada en toda España por Comisiones Obreras y UGT. Sindicatos, empresarios e instituciones discreparon sobre el seguimiento de la huelga en la que los servicios mínimos se respetaron en todos los sectores, excepto en el transporte de viajeros en autobús en Vizcaya, donde la Diputación y el Ayuntamiento de Bilbao retiraron este servicio ante la acción de los piquetes que efectuaron varios sabotajes.
Los dirigentes de ELA y LAB calificaron de "éxito" el desarrollo de la jornada de huelga mientras que las respectivas patronales indicaron que la industria paró en un 60% en Guipúzcoa, un 50% en Vizcaya y un 20% en Alava y estimaron que la incidencia fue mayor en los sectores de comercio y servicios por la acción de los piquetes.
El presidente de la Confederación de Empresarios de Navarra, José Manuel Ayesa, comentó a Efe que la convocatoria de huelga "la estamos valorando como un absoluto fracaso", ya que el seguimiento "no ha sido superior al 5%", el transporte público ha respetado los servicios mínimos y han abierto las grandes superficies comerciales.
El Gobierno aseguró que la incidencia de la huelga general "ha sido baja, con un alto cumplimiento de los servicios mínimos, excepto en aquellos lugares en los que se ha registrado la actuación de piquetes violentos vinculados al nacionalismo radical".
El consejero vasco de Empleo, Joseba Azkarraga, aseguró que se registró una "paralización importante" de la actividad económica e industrial del País Vasco y detalló que, en Guipúzcoa, la participación en la huelga fue "muy importante", mientras que en Vizcaya fue "desigual" y, en Alava "menor".
En cuanto a los incidentes registrados, éstos se han saldado hasta el momento con heridas leves para un agente de la Ertzaintza y un componente de un piquete y con la detención de nueve personas, siete en Navarra y dos en Vizcaya.
Además se produjeron otros actos aislados como cortes de carreteras o sabotajes contra medios de transporte. Se registraron además los habituales incidentes entre piquetes y trabajadores y responsables de comercios que no querían cerrar sus puertas.
En las capitales, el paro en los sectores de servicios y hostelería fue superior por la mañana y por la tarde se fue recuperando paulatinamente la actividad.
Al mediodía y por la tarde tuvieron lugar manifestaciones y mítines de los sindicatos convocantes en las capitales de los cuatro territorios en los que estaba convocada la huelga.
En la valoración final de la huelga, el sindicato ELA destacó el apoyo del sector industrial a la huelga general y LAB indicó que esta convocatoria "marca un punto de inflexión" en las relaciones del sindicalismo vasco.
El secretario general de ELA, José Elorrieta, expuso que la respuesta a la convocatoria permite hablar de "una gran huelga general" en la Comunidad Autónoma del País Vasco y de "un resultado parcial pero muy significativo" en Navarra.
El secretario general de LAB, Rafael Díez, calificó de "gran éxito" esta huelga general y señaló que, por primera vez en 25 años, "el sindicalismo abertzale no necesita de CC OO y UGT en Euskal Herria para hacer una huelga general".