Gris elegancia en Porsche
Peter Schwarzenbauer ha impregnado su despacho de los colores y el nuevo estilo de la compañía. Como buen alemán, es un apasionado del orden. También le gusta estar rodeado de plantas y sobre todo disfrutar de la calidad de vida española
Lleva tres años en España y en su conversación apenas queda rastro del acento alemán. Lo justifica diciendo que pasó parte de su juventud en Brasil. Peter Schwarzenbauer, nacido en Waissemburg (Alemania) hace 42 años, es director general de Porsche España y trabaja en un espacio amplio, con gran luminosidad, decorado en color negros y grises, 'un tono un poco triste, pero que responde a la imagen de la empresa'. De la decoración se hizo cargo él. 'Hemos intentado transmitir la imagen de una compañía moderna, que va acorde con la tecnología'. Para trabajar, pocas cosas. Un teléfono y un ordenador. 'No me hace falta nada más'. Si algo aborrece este hombre, de trato extremadamente correcto y afable, es el teléfono móvil. 'Soy contrario a utilizarlo, porque la mayoría de las llamadas que se hacen son inútiles, aunque reconozco que es un gran avance y una herramienta muy práctica', explica Schwarzenbauer.
Al trabajo le dedica unas 12 horas al día 'o más'. Asegura que, por las horas que pasa en su despacho, casi vive en la sede madrileña de Porsche España. A lo largo de su trayectoria profesional, pocos objetos han acompañado a Schwarzenbauer. Tal vez, como regalo especial, la maqueta de un barco de vela. Y como mucho más entrañable, un cuadro pintado por su hijo Luca, de cuatro años.
Nada más llegar a la filial española de la compañía alemana, Schwarzenbauer se hizo con un mapa de España para situarse y no perder el rumbo. De joven, pensó en dedicarse al tenis de forma profesional. Sin embargo, regresó a Alemania y se volcó en los estudios de Administración y Dirección de Empresas en la Universidad de Munich. Allí fue donde pensó que el marketing sería a lo que verdaderamente se dedicaría a nivel profesional.
Inició su carrera en Triumph International. En 1984 se incorporó a BMW AG, donde formó parte del departamento de comunicación para mercados internacionales -Schwarzenbauer habla alemán, portugués, inglés y español- para posteriormente ser nombrado jefe de desarrollo de eventos especiales para el lanzamiento de productos. En 1990, pasó a ser responsable de ventas y marketing de la división de motocicletas de BMW en Estados Unidos. En 1992 regresó a Alemania para dirigir la división europea de BMW Motorrad GmbH.
En 1994 ingresó en Porsche. En esos momentos, la compañía pasaba por momentos difíciles. Wendelin Wiedeking se hace cargo de la empresa y decide fichar a los mejores ejecutivos de Alemania relacionados con la automoción. De esta manera, siete directivos de BMW fichan por Porsche, entre ellos Schwarzenbauer. Juntos cambian la empresa: el proceso de fabricación, el producto -dejan sólo en el mercado el 911 Carrera como único vehículo- y dan un impulso a la política comercial de la marca.
La clave del éxito señala que es una sencilla receta, la de intentar transmitir un clima en la compañía de trabajo en equipo. 'No soy una persona jerárquica. Creo que cada profesional debe luchar por defender sus opiniones', explica. Entre las cualidades que debe tener un alto ejecutivo, destaca Schwarzenbauer, se encuentra el saber escuchar, 'algo difícil por la falta de tiempo'. La labor de un alto ejecutivo, añade, consiste en saber poner a las personas correctas en los puestos adecuados, 'Saber cuándo tienes que acelerar o frenar. Yo intento escuchar a la gente'.
Manía por el 'post-it'
Tiene una manía, tener anotado todo en notas de color amarillo, los conocidos post-it. 'Es muy cómodo, apunto las cosas y, cuando ya están hechas, lo quito. Es una manera infalible de acordarse de todo'. Como buen alemán, es ordenado. Es más, reconoce ser un obsesionado del orden. Y de las plantas. 'Me encanta tenerlas cercas, me transmiten calor'.
Es un apasionado del fútbol, de hecho tiene televisión para ver de vez en cuando un partido, y de España. 'Después de vivir varios años en Brasil, estados Unidos, Alemania, puedo comparar y la calidad de vida que tenemos en España es muy buena'.